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Bioshock Infinite: El cielo no es el límite

Publicado el 06 julio 2013 por Ou88 @galletita
Antes que nada me gustaría agradecer al amigo Marcelo Arce, quién tuvo la gentileza de proveerme el juego de esta semana. Si quieren comprar Bioshock Infinite u otro juego que quieran a un muy buen precio, visiten su local, GoPlay.
Bioshock Infinite: El cielo no es el límite
Tal vez suene exagerado, pero para la gente como yo que no gusta del todo del género de los FPS (First Person Shooter), Bioshock Infinite debería ser considerado como “el salvador” de dicho género, que en mi opinión se está volviendo gastado y predecible (Si, los miro a ustedes Call of Duty y Battlefield). Fue su predecesor Bioshock que en el 2007, poco después del inicio de la generación actual, logró ganarse ese título, y Bioshock Infinite no aspira a menos. Es más, irónicamente Bioshock Infinite se desarrolla en la ciudad flotante de Columbia, porque es en el cielo donde apuntan las ambiciones de su desarrollador, Irrational Games.
Así como en el primer Bioshock, con la en ruinas utópica ciudad acuática de Rapture, Columbia es simplemente impresionante a la vista. Una paleta de colores vivos y cálidos prácticamente iluminan la pantalla, detallados con una hermosa arquitectura y una vista del cielo digna para admirar. Si algo es muy ambicioso para la generación actual de consolas, los gráficos de Infinite demuestran que incluso con la próxima generación a la vuelta de la esquina, la actual aun puede rendir y estar a la altura.
La trama sin duda alguna fue un motor primario en los anteriores Bioshock, e Infinite no se queda atrás. Simple, concreto, y directo al punto: el jugador asume el papel de Booker DeWitt, quien fue encargado con la tarea de viajar a la ciudad de Columbia para encontrar a una chica, Elizabeth, y llevarla a Nueva York para "pagar sus deudas". Naturalmente, desde ese punto las cosas se vuelven progresivamente más extrañas; ahora, hablando sobre un elemento particular de la saga como son los giros inesperados en la trama, Infinite "se hace el difícil", a diferencia del original Bioshock, por lo que te quedarás siempre expectante de un espectacular giro inesperado. "Dónde está el giro?! Dónde está?! Ya estoy listo!" me decía a mi mismo cuando llegaba a un punto crucial del juego. Y sin arruinarles la trama, solo les diré que llegará con el tiempo, pero no van a estar preparados. Cuando al fin pude abrir la bóveda con los secretos de Bioshock Infinite, me quedé con la boca abierta.
Con tan solo una breve mirada, y desde hecho en las primeras horas del juego, Infinite es en su esencia más pura aquel Bioshock del 2007. Los Plásmidos son reemplazados por los llamados Vigorizadores, que cumplen más o menos la misma función. Pero es aquí donde entra Elizabeth en escena, quien luego de rescatarla, se convierte en un elemento de suma importancia en el motor de juego. Además de poseer un extenso conocimiento sobre casi cualquier tema, haciendo énfasis en el escapismo y la decodificación, Elizabeth posee la habilidad sobrenatural de abrir "desgarres" dimensionales en el espacio-tiempo dentro del mundo del juego, pudiendo materializar coberturas, torretas automatizadas, y mucho más. Eventualmente durante la historia, los origines de ese poder se explican de una forma sencilla a tal efecto de no complicar al jugador con tediosas explicaciones de Física Cuántica y demás. Pero lo importante es que añade sazón al sistema de combate, que anima al jugador a experimentar y variar su estilo de juego.
Tal vez más de uno prefiera materializar una cobertura para ponerse a cubierto, para luego salir de ella con un arma poderosa y el Vigorizador Caballo Salvaje, que otorga la capacidad de lanzar a los enemigos al aire impidiéndoles todo movimiento, aprovechando esos segundos en descargar todo el plomo contra ellos. Yo por el otro lado, usaría el Vigorizador Posesión en una torreta enemiga, un enemigo con un arma poderosa como un lanzacohetes, o un Patriota Motorizado (en mi opinión uno de los tres enemigos más molestos del juego) para que luchen a mi lado por unos momentos, mientras voy acabando de a uno a los otros enemigos desde lejos con un rifle de francotirador.
Bioshock Infinite: El cielo no es el límite
Otro de los grandes ganchos de Bioshock Infinite es, literalmente, un gancho. El Gancho Celestial, así como los aéreo-rieles han aparecido indefinidamente en cada trailer de Bioshock Infinite. Debo admitir que al principio fui escéptico en cuanto a esta mecánica, pero una vez que la experimente puedo decir que es increíble. Inmediatamente me encantó la idea de poder ejecutar "Muertes desde arriba" en los indefensos enemigos que se ven en tierra, pero mayor fue mi sorpresa y satisfacción al ver la tan avanzada AI dentro del juego en acción, cuando los enemigos también se montaban en los aéreo-rieles para perseguirme.
Una sensación que me causó placer al jugar Infinite fue que a diferencia de muchos juegos, no te "deja a tu suerte" a la hora de querer explorar el entorno en su totalidad. En Columbia no referencias programadas, mapas, o un letrero gigante con luces de neón que diga "SIGUE ESTE CAMINO". Sin embargo, si pierdes el rumbo por la emoción de explorar, el presionar un solo botón te mostrará de vuelta la dirección correcta, pintando en el piso una flecha por un momento. La saga Dead Space también hace uso de dicha mecánica, y ojala se vuelva una característica común en muchos juegos.
El único punto negativo que encontré en el juego fue que irónicamente, mientras que en la trama se dan una variedad de opciones y caminos a elegir, en el calor del combate se sienten limitadas por el hecho de solo poder equipar dos armas y dos Vigorizadores a la vez. Y siendo Infinite un juego donde hay miles de variables y formas de encarar un combate, uno se siente que pierde la acción del momento al tener que mantener apretado un botón eligiendo nuevos Vigorizadores para equipar, pausando el juego.
Bioshock Infinite es sin duda el siguiente gran paso en la evolución de Irrational Games, uno de los desarrolladores más respetados dentro de la scene. Con Bioshock Infinite, se puede apreciar como con cada juego tratan de innovar esa fórmula tan característica de ellos: hacer llegar al público una excelente trama fusionada con combates en primera personas e innovaciones en el sistema de juego.
Bioshock Infinite tal vez no sea "el salvador" de su género, pero posee mucho potencial para poder serlo. Definitivamente un juego que no hay que pasar de largo. Nota: 9 de 10.

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