Revista Literatura
Bipolar
Publicado el 25 noviembre 2016 por TorcuatoBipolarNo era el mar pero se le parecía. Al igual que este, su carácter cambiaba sin previo aviso. A veces te podías bañar en él y disfrutar de su serenidad, hacer el muerto flotando tranquilamente mientras el sol te bronceaba. Otras en cambio, las tempestades, corrientes y gigantescas olas lo hacían peligroso e imprevisible. Con el tiempo me hice experta navegante, con mi velero surcaba sus aguas sin grandes sorpresas. Con placer los días de calma y con zozobra los de tormenta.Pero me agoté. Saqué mi nave a tierra y me alejé de su costa. Ahora, cuando a veces vuelvo, lo encuentro cada vez más seco.Torcuato González Toval