Por fin de vuelta. Ya se que me he tomado unas vacaciones demasiado largas y que paré el blog sin deciros que me iba, pero entré en un estado de pura galbana y necesitaba alejarme un tiempo para descansar y retomar otras aficiones que tenía bastante aparcadas. El verano ha sido intenso, un no parar en casa y casi no me he acercado a la cocina, pero ya estoy de vuelta, poco a poco empiezan las cosas a volver a su sitio, ya empieza a oler a otoño y con él nuevas recetas en el blog.
Comenzamos el nuevo curso escolar y aunque os he comentado que apenas he pisado la cocina, hoy os traigo un bizcocho que se ha convertido en el bizcocho rey de mi casa: el bizcocho de anís
Cuando Cristina lo propuso como reto en el facebook, no dude en prepararlo, estaba convencida que me gustaría , como todas las recetas que he preparado de su maravilloso blog : Kanela y limón.
Ha pasado a ser uno de los bizcochos preferidos en casa, quitando el puesto al no menos exquisito bizcocho de natas o al Mantecado de Avilés, pero con la ventaja que este no tiene nada de grasa. Ahora que va a empezar el otoño, es ideal para una tarde fría, mantita y chocolate caliente frente al televisor.
Bueno, no me enrollo más, lo dicho, que poco a poco iremos retomando la actividad y dejando atrás el maravilloso verano que hemos pasado.
Ingredientes (para un señor bizcocho)
- 4 huevos medianos
- 100 ml de anís
- 50 ml de aceite de girasol
- 250 ml de leche (yo lo hago con semidesnatada)
- 400 g de azúcar
- 400 g de harina
- Un sobre de levadura Royal
- La ralladura de un limón o una cucharadita de esencia de limón
Preparación
Ponemos el horno a precalentar a 180 º, calor arriba y abajo. Engrasamos el molde con mantequilla o con aceite de girasol. En un bol ponemos los 4 huevos y el azúcar y batimos con las varillas hasta que quede una crema que haya duplicado su volumen. A continuación vamos añadiendo, sin dejar de batir, los ingredientes por este orden: el anís, el aceite, la leche y la ralladura del limón o esencia. En un plato, mezclamos el harina con la levadura. Continuamos batiendo, mientras agregamos el harina junto con la levadura. En mi caso, utilizo un tamizador/colador para incorporarlo. Cuando ya tengáis todo perfectamente unido, se pasa al molde y al horno, aproximadamente 1 hora; ya sabéis que esto depende mucho del horno de cada uno. Se deja reposar unos 10 minutos en el molde y ya esta listo para comer.