Menos mal que de una vez hemos llegado a viernes 22 de mayo de una dichosa vez y en unas horas, se ‘termina’ la campaña electoral con la entrada en la jornada de reflexión, porque me estaban entrando ya unas ganas homicidas muy serias, porque lo único que he sacado en claro de esta campaña de municipales y autonómicas, es que, ¿Dónde puñetas esta mi mordida? Aquí al final, de lo único que hemos hablado es del deporte nacional, que no, no es el futbol, es el trincar pasta por todas partes. No sé qué medidas presenta la gran mayoría de partidos políticos, sobre todo el PP, que solo ha dedicado este tiempo a dos labores importantes, el primero, tratar de evadirse de la corrupción sistémica que sufre y por otro lado, en atacar a los rivales, ya sea usando ETA, la presunta corrupción de los demás (que fácil es ver la paja en el ojo ajeno y que difícil ver la viga en el propio) y todo lo que les ha sido posible, intentando usar las tácticas mas marrulleras jamás vistas en campaña.
La verdad es que llevo un tiempo, bueno, unos meses en los que voy bastante de culo y estresado, sobre todo ahora, porque aparte de estar de prácticas, estoy con los exámenes finales, así que la carga de trabajo es muy grande y el nivel de exigencia también. Os podéis imaginar, lo que puede llegar a cabrear todo esto, porque mientras unos nos rompemos la cabeza y el lomo a trabajar sin tiempo para respirar, los otros tiran el dinero a la basura en campañas absurdas, llenas de mentiras y falsas problemas y por supuesto, llenas de fajos que se cuentan de mil en mil, hasta llegar a ‘dos millons de peles’ o reparto como buenos hermanos, con cinco mil para unos y cinco mil para el partido. Manda cojones la cosa.
Estamos ya en las últimas horas y es algo que se agradece, aunque todo apuesta a que este año nos van a dar por saco con las elecciones cada poco tiempo. ¿Tanto cuesta hacerlo todo del tirón y dejamos de hacer el gilipollas? Ahorraríamos dinero y también en dolores de cabeza y en tener que soportar mentiras. Desde luego, que cansa mucho todo el tema este y la gente, estamos tan hasta las narices de tanta mentira y triquiñuela que ya no aguantamos mas a ciertos políticos, que durante años han llevado vida de millonarios vividores a costa de todos. Lo más parecido a Don Limpio es Pablo Targaryen (Referencia a Pablo Iglesias con Daenerys Targaryen, por su gusto por Juego de Tronos), que viene con buenas intenciones y un discurso llamativo, pero uno ya no se fía de nadie y sobre todo, de todos estos alternativos, que hablan mucho pero diciendo más bien poco, aunque bueno, entre poemas y canciones, vamos pasando el rato. La voz no la ganaran, pero por lo menos, son los mas friki de la política.
Una de las grandes mentiras es la jornada de reflexión, algo que nadie sabe bien para qué puñetas sirve, porque existe, pero que está ahí. Quizá, hace unos años sirviera para algo, pero hoy en día, con las rede sociales y sobre todo, Twitter, la cosa esta más complicada y sobre todo, es más absurdo. Digo esto porque sinceramente, eso de la jornada de reflexión, con las redes sociales, ¿existe? Yo diría que no la verdad, porque el sábado todos somos libres de decir lo que nos dé la gana por las redes sociales y seguro que mañana, tendremos más información sobre las corruptelas de estos que son justicieros, que son como Cruz Roja, organizaciones sin ánimo de lu… perdón, no puedo seguir con la frase sin partirme la caja, porque eso de sin ánimo de lucro, se ha demostrado que es mentira, porque hasta el más tonto del lugar se ha llevado pasta por un tubo. Se deben pensar que somos gilipollas o algo y que no nos íbamos a enterar o algo, pero bueno, siempre hay alguien que tira de la manta o algún iluminado que hace una cagada y luego todo termina saltando por los aires.
Mucho asco da los políticos en este país, porque en vez de ayudarnos en los momentos más duros, lo que han hecho es aprovecharse aun más si cabe de la situación, jodiendonos a base bien, arruinándonos, dejando a familias sin techo, a niños sin alimentación y encima, insultarlos a todos, diciendo que la ley les ampara y que no hay niños que pasan hambre en España y que el problema es la obesidad infantil. Hay que ser un valiente HIJO DE PUTA, para realizar semejantes declaraciones, como se nota, que ellos tienen un sueldo fijo muy elevado que les permite llevar una vida cómoda y si no les basta para pagar la luz, siempre pueden ir a la empresa privada a cazar talento (eso de cazar elefantes es cosa de reyes) y cobrar más de trescientos mil billetes. No lo entiendo la verdad y por mucho que me lo explicasen, tampoco sería capaz de entenderlo.
Pese a todo, al final, el odio lo buscan con ganas, parece que su única intención sea liarla, cuanto más parda mejor, a ver hasta donde la gente aguanta y cuál es el momento en que termina explotando todo. Sin ir más lejos, esta mañana, he oído como se ha culpado desde la política catalana al gobierno central por los retrasos y problemas en los trenes de ayer. Se nos olvida que las cosas mecánicas se estropean cuando menos te lo esperas y por muy buen mantenimiento que hagas, los problemas, son intrínsecos a las maquinas. Es más, durante la tarde unas líneas de metro se quedaron tiradas, cosa que depende del Ayuntamiento de Barcelona, ¿también ha sido el estado en este caso el culpable de los problemas por falta de inversión?
Todos son una banda de buitres. Pedro Sánchez, el del puño y el capullo, ha salido en varios mitinees hablando de una mujer, de nombre concreto, edad difusa, multidisciplinar y con poder de bilocación, ya que la pobre mujer, trabajaba en unas oficinas limpiando, en un colegio y en varios sitios más, en diferentes puntos de la geografía nacional y en Canarias, una mujer prodigio donde les haya. El discurso cambio, paso a ser una joven, que tenia contratos de unas pocas horas a la semana y que el caso se lo conto la madre de esta. Ya son dos mujeres más con poder de bilocación. Antes de hablar, habría que saberse bien la mentira, para soltarla, digo yo, ya que según reza un viejo refrán de nuestro querido refranero: ‘se pilla antes a un mentiroso que a un cojo’