Revista Literatura

Blogging y la network: La mejor promoción para sus libros

Publicado el 21 agosto 2012 por Blancamiosi
Es difícil hacer conocido un libro hoy en día, cuando casi todo el mundo es escritor y desea vender. El motivo principal es porque antes de comprarlo, la gente o el probable lector desea conocer primero quién lo escribió.
Si el escritor es un desconocido tendrá menos probabilidades de llegar al público, y ahora con las facilidades que Internet pone a nuestro alcance ser un completo desconocido es menos probable que antes, cuando no existían Facebook, Twitter, Linkedin, Google+, Goog Reads o los blogs, por mencionar unos pocos.
Algunos escritores se quejan de no recibir apoyo de las amistades a las que ellos promocionaron en sus blogs cuando todavía no se habían lanzado a la jungla de Amazon con sus propios libros, y es probable que tengan razón. Pero también es cierto que cuando promocionaban autores comentando sus libros, era una manera de mantener una audiencia cautiva en sus blogs.
Las redes sociales son una autopista de doble vía: "Yo hablo de ti y probablemente en algún momento tú hablarás de mí". Para que eso ocurra se deben crear contenidos. Los blogs han vuelto a situarse en un lugar prominente y no aprovechar esta herramienta gratuita y efectiva es un desperdicio, así como el no promocionar a otros es un error.
¿Pero quién querrá hablar de mí si no tengo nada que decir o aportar? Podría ser la pregunta que algunos se harán. Por algo se empieza. Por hablar de temas relacionados con lo que les interesa promocionar, en este caso: libros.
Para quienes no me conozcan, mi nombre es Blanca Miosi. En Twitter soy @BlancaMiosi y en todos los sitios de la red podrán encontrarme igual, siempre con el mismo nombre y apellido. Es mi nick, así no hay lugar a confusión. Y no se imaginan cómo ayuda tener un solo nombre para todo.
Empecé a escribir allá por el 2001. Lo hice sin pensar en publicar, pues entonces lo único que tenía en mente era vaciar al papel todo lo que tenía en mi afiebrada imaginación; después utilicé el teclado y empecé a vaciar todo en la pantalla. No sabía escribir novelas, hay que decirlo. Pero yo creía que sí. Y toda mi familia también. Tanta fe me tenían que me animaron a publicar. Otra cosa fue lo que pensó la editorial Alfaguara. No, no la elegí porque es una de las más importantes. Lo hice porque quedaba a cuadra y media de mi trabajo. ¿Y qué creen que sucedió? Que poco más de un mes después, cuando pensaba que se habían olvidado de mí, recibí una invitación para ir a hablar con la directora de ediciones. Fui con la seguridad de que hablaríamos de la publicación de mi novela; pobre de mí, ¡qué ingenua era entonces!
Habló conmigo y me enseñó la carta del lector editorial. “No te desanimes, la carta es contradictoria, como podrás ver, tu historia es interesantísima y recomienda su publicación, pero tienes que corregir mucho. No acostumbro entregar estos informes, pero me pareció que tu caso es especial”.
La carta decía que la autora no debía tener por lengua materna el castellano, porque tenía deficiencias en la sintaxis, la puntuación, y carecía de estilo literario, pero que la novela estaba tan bien contada que no se podía parar hasta llegar al final, que convirtiera ese diamante en bruto en una joya porque merecía ser publicada.
Me tomó tres años aprender a escribir. Y no lo hice en una academia o una escuela de escritura. Lo hice por mi cuenta con la ayuda de un amigo que conocí en uno de los foros literarios que frecuentaba para la época.
Una de las personas que mejor conoce de gramática y lenguaje. Fueron años duros, de recibir críticas con humildad, de aprender a expresarme con soltura y lógica. Hasta mi manera de hablar se transformó durante ese tiempo. Pero valió la pena. Cuando volví a Alfaguara con la joya entre las manos habían cambiado de directiva y mi manuscrito no obtuvo ninguna clase de respuesta.
Pero no me amilané. Ese mismo día busqué en el directorio de editoriales de España y envié un mail a Roca Editorial. Estaba segura de mi novela, sabía que estaba bien escrita y que la historia era buena, sobre todo: el tema. Quince días después firmaba con Roca, y de ahí en adelante no tuve más problemas para publicar. El legado salió al año siguiente con Viceversa, y dos años después (por tristes motivos familiares que me mantuvieron lejos del mundo editorial) Ediciones B publicó El manuscrito 1 El secreto y meses después, La última portada.
La novela que publicó Roca se llama LA BÚSQUEDA. Y ocupó durante trece semanas seguidas el primer lugar en el ranking general de Amazon.com; hoy sigue entre los tres primeros. En el de España está desde hace meses entre los primeros veinte y en Alemania cada dos por tres ocupa el primer lugar. Es una pequeña joya que logré pulir con la ayuda del doctor Fernando Hidalgo, quien con sus consejos, enseñanza y enorme paciencia logró hacer de mí una persona capaz de escribir una novela. No lo conozco en persona, porque toda la ayuda que recibí de él, de manera gratuita y desinteresada fue a través de Internet. Quizá algún día lo haga, será cuando realice ese ansiado viaje a España.
Hoy en día tengo en Amazon siete libros publicados y seis de ellos en el top 100 de Amazon.com:
La búsqueda,
El legado,
Dimitri Galunov
El manuscrito 1 El secreto
La última portadaEl cóndorde la pluma dorada
El pisode la calle Ryden (relatos)
Fueron las novelas que escribí desde el 2001, y tengo tres más, guardadas a la espera de una corrección en regla. Algunos de los lectores han leído más de una de mis novelas, lo cual me hace pensar que les gusta mis historias, aunque es probable que unas sean mejores que otras, en todo caso, pueden estar seguros de que en cada una puse el mismo empeño que puse en la primera.
Que esta entrada sirva para alentar a los escritores que empiezan a publicar, o a los que tienen libros en Amazon y no obtienen los resultados que esperaban: deben optimizar su participación en la red. Está bien el “autobombo”, pero no deben olvidar que es importante no solo hablar, sino también leer a los demás, interesarse por ellos y promocionarlos, es la única forma que yo veo factible que sus obras empiecen a remontar.
Y por favor: ¡Utilicen sus blogs! No los abandonen, que es partir de esta página que sus noticias saldrán redireccionadas a Twitter, Facebook y cuanta red social exista.
Hasta la próxima, amigos!
B.Miosi

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