Me llevó por oscuros pasillos de la casa, algunos estaban ligeramente iluminados por la pálida luz e la luna que atravesaba ventanas, por una luna llena plateada —tan falsa como el sol— que brillaba en el cielo nocturno. Algunas habitacionestenían lámparas herméticas o antorchas encendidas. Otras no tenían luces, niventanas o —todavía más perturbador— teníanventanas que daban a la oscuridad más absoluta. En esas habitaciones, chasqueaba los dedos y una suave luz aparecía rodeándolos.
Volvimos a la sala de baile que atravesamos anteriormente. La reconocí por las molduras doradas de las paredes, pues en la oscuridad no podía ver el techo —y el suelo estaba totalmente cambiado—. Suelo y mosaicos habían desaparecido. En su lugar había agua, llenando la habitación de punta a punta, de un azul profundo y con pequeñas chispas blanquecinas y doradas arremolinándose encima del agua como diminutos puntos de luz. —Es precioso—susurré. Sombra cogió de nuevo mi mano y me llevó hacia delante. Le seguí con dos pasos vacilantes; esperaba ver mis pies chapoteando, pero en su lugar mis suelas tocaron algo frío, firme y suave, como cristal. Miré hacia abajo. El agua se movía alrededor de nuestros pies, pero aguantaba nuestro peso. Nos dirigimos al centro del lago de medianoche y observamos las luces arremolinándose a nuestro alrededor como si de una bandada de pájaros se tratara. Pero por más increíble que fuera, no podía perderme en el paraje. —No te has arrodillado solo para enseñarme unas bonitas 80 vistas—Le eché un vistazo a Sombra. Se mantuvo lejos, fuera del agua—. Y seguro que trayéndome aquí te arriesgas a que te castigue. ¿Por qué? Se volvió hacia mí con su pétreo rostro a cierta distancia. Rápidamente y con firmeza cogió una de mis manos y la apretó contra mi corazón. Dejé de respirar. Hubo un silencio absoluto, no se oía nada más que mi corazón. Tocó mi mano, sobre mi corazón, y luego señaló el agua que nos rodeaba. Era un enigma que quería que descifrara. Si pudiera pensar en algo más allá de aquellos ojos azules y de mi pulso acelerado... EDICIONES KIWI LO TIENE PREPARADO PARA EL GRAN LANZAMIENTO DE ESTA PRIMAVERA, BELLEZA CRUEL, LO NUEVO DE ROSMAUD HODGE QUE PRETENDE CONSAGRARSE COMO UNA DE LAS NOVELAS MÁS ADICTIVAS DE ESTA TEMPORADA. NOSOTROS YA HEMOS CAÍDO HECHIZADOS POR SUS GARRAS, CRUELES O NO, OS ATRAPARÁ DE UNA MANERA QUE NO PODÉIS NI IMAGINAR.ISBN edición papel: 978-84-941348-8-3Páginas: 346Encuadernación: Rústica con solapasFormato: 14x21,5cmLanzamiento: 19/05/2014