A la niña de los ojos profundos, mirada antigua con inocencia infantil, que con en segundo era capaz de distinguir que le pasaba a cada célula de mi Cuerpo-Alma le llame BLU. Ella evocaba en mí todo lo que he querido o creido querer; como el azul del cielo después del crepúsculo, el color del mar de otoño antes del alba, o sencillamente el simple y exquisito placer de perderme en su mirada y en los temas de sus conversaciones. Reconozco que como jugando, me gustaba sacarla de quicio; pues sus ojos estallaban y hacia ese gesto con su boca que me atraía tanto…. Lo mejor era que cuando me perdonaba me regalaba su hermosa sonrisa que provocaba que esos hoyuelos coquetos de sus albas mejillas, se desplegaban en todo su esplendor; y sólo para mí. Esa es mi BLU, un día la encontré, cambió mi vida para siempre y luego se fue… Lo que ella no sabe, es que pueden pasar todos los años del mundo, pero BLU sigue conmigo… Y sigue sonriendo sólo para mí. Cuando el peso de la vida me quiere doblar…esos ojos, ese pelo y esos labios esquivos y únicos me susurran: ”Loco lindo, levantate y sigue!, eres libre y la vida es hermosa!”. Y como no se le debe contradecir a una mujer, por imaginaria que ésta sea…me levanto, sonrio y mi alma viaja más rápido que la luz, le roba un beso a BLU, donde quiera que esté y vuelve a mí. Y así vivo, feliz con mi secreto amor y mi eterna locura.