Al mar, fuerza inmensa que abraza la tierra, tan embravecido estos días.
A veces, rugido fierodentellada de dragón, vientre que frío y certero abraza y a la tierra templa el corazón.
Pieles de roca redoblan sus tambores,luna creciente que toca en la noche sus honores sobre mi pecho y mi boca.
Ecos de agua,llantos de caracolas Atlantes,tumba de fieles e infieles,de humillados y gigantes.
Descansa, Oh emperador,en tus imperios dormido, concédeme tu favor boca de sal y furor, voz de canto enardecido.