Una de las cosas por las que yo me siento más contenta de ser blogger, es porque a través de esta ventanita virtual que tenemos, conocemos a personas con las que sientes un feeling muy especial.
Cuando conocí a Vero de Los mundos de Nika vintage, sentí eso desde el principio. Poco a poco, nos hicimos amigas virtuales. Cuando sientes esa empatía con alguien, es fácil abrirse.
Este sábado y tras mucho tiempo de charlas por facebook, comentarios en nuestros respectivos blogs...nos conocimos personalmente. Fue una visita fugaz pero intensa.
Fue emocionante cuando nos vimos, en pleno corazón de Madrid; quedamos en vernos en Sol, al lado del famoso oso y el madroño, que además de símbolo de Madrid, es lugar de encuentro de miles de personas a diario. Nos fundimos en un abrazo enorme, parecía que el momento se hubiera congelado... el bullicio de la gente, los apretones (y la interrupción de un pitufo gigante empeñado en hacerse una foto con Verónica) no fastidiaron ese momento tan especial Dos amigas que se abrazaban por primera vez, es paradójico, pero esa es la magia de este mundo virtual.
Podría deciros muchas cosas de Verónica y todas buenas... sencilla, risueña, cariñosa, dulce y con mucha personalidad. Me encantó el rato que pasamos juntas, junto a otra amiga y paisana suya, que me pareció otro encanto de chica.
Hubo complicidad, mucha charla y risas infinitas. Hasta nos llevamos algún susto que otro, cuando íbamos de camino a la plaza Mayor; un momentazo del que todavía me río al recordarlo... las calles del centro de Madrid estaban a rebosar, he visto pocas veces tantísima gente, era complicadísimo andar. Nosotras íbamos de charla y despistadas y de repente, salieron tres cabezas de una mesa que había en la calle, con unas crestas gigantes de colorines, a juego con el maquillaje de la cara y dando gritos!!!! que susto nos llevamos!! hasta saltamos del susto y todo!! jajajajaja por no mencionar el grito de loca que solté (me quedé bien a gusto), con tacos incluidos y unas irrefrenables ansias de venganza, que finalmente no hice realidad, presa del ataque de risa en el que nos fundimos las tres, ante la mirada de los viandantes.
En fin, se me hizo cortísima la quedada, pero presiento que habrá más encuentros como este en un futuro.
Os dejo con unas instantáneas de la mañana que pasamos.
¡¡Hasta mañana!!
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