Boris Vian, o mejor dicho su editor, divide esta obra en dos partes claramente diferenciadas. La primera es una acertada conferencia sobre qué es, y qué no, literatura erótica. El autor deja bien claros sus conceptos sobre el tema y no duda a la hora de comentar alguna que otra "obra maestra" del género con la acidez que le caracteriza.
La segunda parte consta de varios textos escritos en verso y de uno redactado en prosa. En todos se observa que el descaro, y violencia, del autor también tenían cabida en su producción más erótica. Al fin y al cabo, como aclara en la conferencia, "al lector hay que sorprenderle continuamente". Pocos como él dominan ese arte. Recomendable.