Asombradito se quedo, Per Johansson, cuando regresaba a su casa en Saro, Gotemburgo (Suecia), después del trabajo, al encontrarse un alce borracho y empotrado en un manzano, enfrente de su casa.
Cuando se acercó, el animal, estaba literalmente encajado en árbol y con síntomas de haber empinado el codo demás, así que llamó a los servicios de rescate, para que socorriesen al animalito, que solo tenía una pata apoyada en el suelo y me imagino que también, para que le hiciesen “soplar, ya que su tasa de alcohol, parecía ser muy elevada y no estaba en condiciones ni de conducirse él mismo.
La conclusión que sacaron, ya que no es la primera vez que ocurre, es que los alces, salen en busca de comida, sobre todo manzanas que les encantan, y se comen también las que hay en el suelo, que suelen estar podridas y por tanto fermentadas, así que sin quererlo, se puso cieguecito de “sidra solida”. bueno al menos así no dejó las botellas tiradas, por el suelo, ni tuvo que reciclar.
Una vez que fue liberado, el pobre bicho, pasó la noche tumbado debajo del árbol, y a la mañana siguiente, con síntomas de resaca, según cuentan testigos, se alejo del lugar y seguro que si alguien le hubiera preguntado, como se sentía de la borrachera, hubiera contestado:
-¿Borracho yoooooooooo...?¡Tururuuuuuuuú!