Hoy Susi y yo nos hemos dado cuenta que con una de las escenas que ya estaba terminada, no era en esencia lo que queríamos contar en la función.
En un principio, queríamos hablar del poder, de la ambición desmesurada y mal dirigida o empleada, es decir de la avaricia y del constante apetito por comprar, comprar y comprar.
En este proceso me he dado cuenta que yo personalmente tenía cierto pudor a construir dicha escena ya que tenía que contactar con esa parte que hay en mi, para así reflejarla en el texto de "Solfea da la nota", y hoy después de una gran charla de como cuantificar nuestra carrera, expusimos claramente nuestros aciertos y dificultades para tal fin. y nos hemos dado cuenta que dicha escena y escrita anteriormente no reflejaba nuestra denuncia.
Así pues y gracias a estas reflexiones con Susi, hemos llegado a la conclusión que había que escribirla de nuevo, y por lo tanto borrón y cuenta nueva.