Con la injerencia de las iglesias, la política de Brasil ha perdido su laicidad.
La elección para elegir el sucesor de Lula ha perdido su rumbo político y tomado un aire religioso en Brasil. Los medios locales y extranjeros han divulgado que los dos candidatos de la segunda vuelta, Dilma Rousseff y José Serra, buscan el apoyo divino y disputan quien es más contra el aborto. La ambición por el Palacio de Planalto, sede del gobierno brasileño, alcanzó un nivel que – de la noche a la mañana – los candidatos se tornaron cristianos desde niños.
En dicho país hace falta la laicidad en su política: hay mucha injerencia de la Iglesia, que incluso sugiere a los fieles quien deben votar. En julio de este año la Confederación Nacional de los Obispos Católicos de Brasil (CNBB, sigla en portugués) divulgó una carta la cual ha urgido a los fieles que no votaran en Dilma Rousseff, por ella manifestarse a favor del aborto (rechazado por la Iglesia). Tras alguno tiempo el texto ha sido suprimido del sitio de la entidad. El pasado domingo (17/10) la Policía Federal aprehendió cerca de 1 millón de octavillas, presuntamente firmadas por miembros de CNBB, que pedían a los electores para no elegir la candidata de Lula a la Presidencia. Sin embargo, los obispos han negado, informando que no “indican ni vetan a candidatos o partidos y que respetan la decisión libre y autónoma de cada elector”.
El sábado 16 de octubre el obispo de la Iglesia Universal del Reino de Dios (IURD), Edir Macedo, criticó en el texto “Tenga cuidado con el profeta viejo” al pastor de la Iglesia Asamblea de Dios Victoria en Cristo, Silas Malafaia, por éste haber dejado de apoyar la candidata del Partido Verde, Marina Silva – porque presuntamente ella era a favor del aborto – y optado por José Serra, que se dice a favor de la unión entre dos personas del mismo sexo (algo que las iglesias no concuerdan). El líder de la IURD cuestiona el porqué del cambio.
El pastor Silas Malafaia explicó en un video el pasado viernes (15/10), porque ha decidido apoyar José Serra. ‘¿No cree Usted que queda mal una persona decir que es religiosa ahora? ¡Quién es religioso no necesita esforzarse para mostrar eso! La mujer [Dilma Rousseff] dice que es devota de Nuestra Señora de Aparecida [patrona de Brasil] y nunca ha ido en ese lugar [la iglesia de ésa santa está ubicada en la ciudad que tiene su nombre]’, lo dijo el líder evangélico. ‘¿Quién está preparado para conducir este país, que ya fue gobernador, alcalde, tiene liderazgo y está más allá del partido? ¡Es Serra [José], gente!, concluyó.
Dilma Rousseff es la candidata de la izquierda por el Partido de los Trabajadores (PT), fue ministra de la Casa Civil durante el gobierno del presidente Lula y es la favorita de ése mandatario.
José Serra es el candidato de la derecha por el Partido Socialista Democrático Brasileño (PSDB), el mismo de Fernando Henrique Cardoso (antecesor de Lula), fue ministro de la Salud y gobernador de São Paulo, estado más rico de dicho país.
El domingo 31 de octubre el mundo sabrá quién Dios ha elegido para ser presidente de la nación sudamericana por los próximos cuatro años.