Un paseo por el acantilado en invierno, el mar bravo, de temporal, los colores fríos, el sonido ensordecedor del agua batiéndose contra las rocas, agujereando cada trozo, rellenando cada hueco, y el olor, como no, a salitre. Indudablemente estamos ante el mar Cantábrico en su esplendor.
Tomada en La Galea. Getxo. Bizkaia