Brindo por ese final
y por este principio, brindo por ti,
por mi… brindo por lo que ha de venir.
Y brindo por brindar contigo
en la dorada -que me vio nacer-.
Que al finalizar el brindis
dejemos volar las copas y los frenos, y aprovechando
la garra que da el vino
acabemos con los monstruos.
Que a partir de ese momento
sólo quede vivir
y lo que eso implica.
A.M.