- Encuentra un lugar que de el sol durante toda la tarde, prepárate con algo entretenido y un reloj para controlar el tiempo de exposición.
- Colócate boca arriba y relájate a tomar el sol durante 15 minutos, ni uno más para no sufrir daños en tu piel, como quemaduras. Pasados los 15 minutos, date la vuelta y espera otros 15 minutos en esta posición.
- Pasado este tiempo, es la hora de aplicar la protección solar, de 25FPS por lo menos. Aplica bastante cantidad para cubrir todas las partes.
- Ahora toca exponer los laterales de nuestro cuerpo al sol. Túmbate de lado durante 25 minutos, y luego gira hacia el lado contrario otros 25 minutos.
- Esto debería ser suficiente por un día, pero siempre queremos resultados más rápidos, así que si piensas estar más tiempo de exposición solar, necesitarás un solar de una mayor protección, por ejemplo un 35FPS o más.
- Este proceso debe repetirse de la misma forma al día siguiente. Pasados los dos días, el bronceado debería ser perfecto, sin manchas ni quemaduras. Si no esta del todo a tu gusto, repite un día más.
¡Y listo! Ya estamos preparados para lucir bronceado todo el verano.