Revista Diario

Brujas

Publicado el 16 octubre 2018 por Eli Rodriguez @elirodriguez07
Ella camina tranquila entre vivos y muertos, cantando su runa va juntando hueso a hueso las partes dispersas de las almas rotas. La vieja hechicera mira profundo en la noche oscura llamando a las brujas, aquellas mujeres que no son buenas ni malas, simplemente son sabias que bailan en los bosques vestidas de cielo.
El arquetipo de Bruja más popularizado corresponde a una mujer vieja, con arrugas, verrugas y nariz azul, si bien las descripciones tienen algunas variaciones, coinciden todos en que es fea (según el concepto de belleza predominante), estas apreciaciones por supuesto la tienen sin cuidado, dado que es consciente de su poder, es temida por muchos y ella lo sabe, algunos la llaman "La Huesera" porque su sabiduría está ligada a los huesos que simbolizan el instinto salvaje que habita en todas las mujeres. Instinto que nuestro entorno social nos induce a reprimir, olvidar y hasta negar, esta domesticación ejecutada por miles de años está arraigada profundamente en la psique femenina y con devastadoras consecuencias en generaciones enteras de mujeres disociadas de su naturaleza salvaje. 
Brujas
La mujer sabia ha resultado ser una amenaza a lo largo de la historia para los valores del patriarcado por tal motivo fue también atacada sistemáticamente, sin embargo a pesar de todos los esfuerzos encaminados a la erradicar la soberanía femenina, siempre existieron mujeres que simplemente no se doblegaron ante las convenciones sociales predominantes. Aprender a conectar con "la bruja" esa mujer sabia que tenemos dentro es urgente, a menudo regalamos nuestro poder a lobos disfrazados. Es notable como la sabiduría escondida en los cuentos de hadas sin filtros alertan a la mujer a no dejarse seducir por depredadores, cuentos como Caperucita y Barba Azul son advertencias que si todas las mujeres comprendiésemos desde pequeñas nos ahorraría más de  un trauma.

Es por eso que es urgente que las mujeres se unan en círculos de empoderamiento femenino y sanación, como lo propone la psicoanalista Jean Shinoda Bolen, antiguamente en las sociedades matriarcales las enseñanzas de los misterios femeninos estaban a cargo de las abuelas, mujeres altamente valoradas y respetadas por su comunidad, en la actualidad hemos perdido la conexión no sólo con la sabiduría que trae la tercera edad sino que la hemos desdeñado a favor de la ilusión de la eterna juventud con consecuencias negativas para el género femenino.   Cuando las mujeres se juntan para sanar pueden llegar a ser un impacto altamente positivo en todo su entorno. En compañía de brujas se puede cambiar el mundo, porque ellas saben el secreto de la transmutación, volver al sendero femenino significa reencontrarse con un poder muy antiguo que nos da una mirada profunda acerca de la verdad en todo lo que nos rodea, de las intenciones de las personas y en suma nos conecta con el alma de todas las cosas.

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