Porque buscaba una compañera de piso y encontré una amiga. Porque siempre has estado ahí en los malos y buenos momentos. Porque nuestros amigos han sido de las dos desde el primer día. Gracias por todos esos momentos compartidos, esas risas, esos momentos de tensión MIR u oposicionales a medias. Por haberte convertido en mi hermana mayor en Madrid. Por todo eso, y a pesar de que hace tiempo que sé que la vida está llena de despedidas esta se me hace especialmente difícil. Por eso sólo te diré hasta luego, y como dice el grupo que más me gusta de tu ciudad: Nos vemos en los bares.
¡Buena suerte, niña!