Es viernes por la mañana son las 11:00 en puntoentra el sol por la ventana aún con los ojos medio cerrados. Empiezas a sentir olores que intentas descifrar... pan tostado, café, zumo de naranja recién exprimido. Escuchas una cucharilla picando tímidamente contra la taza, por el sonido que hace sabes que es pequeña y pesa poco.... Los colores de la habitación cada segundo son más claros, más nítidos, el sol acaricia suavemente los muebles y la colcha como si te dijera al oído... "Buenos días".... El tacto de la cabeza en la almohada es suave, las sábanas te abrazan y la armonía de todo hace que sea perfecto. Es viernes y no tienes nada más importante que hacer que vivir disfrutando de cada minuto, de cada momento de paz para ti.
Te levantas y en el comedor te encuentras la mesa puesta con el desayuno más bueno del mundo, el que más te gusta y piensas en que vas a cojer primero para no perderte ninguno de sus sabores, de sus texturas, parece que el tiempo se para y puedes disfrutar más. Es el mejor momento para comunicarse con las miradas, para reírse sin parar, para escuchar como los pájaros pian por la mañana, como las hojas de los arboles se mueven al unisono del viento. Una sensación de paz y tranquilidad a la misma vez, mientras disfrutas de un bonito día. Terminas de desayunar y sales a la aventura, pensando en que es lo que te deparará hoy la vida, que es lo que te hará hacer, cuantos pasos tendrás que dar, cuantos momentos bonitos vivirás hoy, y cuantos besos darás. Es curioso como algo tan sencillo como levantarte por la mañana y subir la persiana pueden ser momentos únicos, momentos que sabes que los vivirás mas intensamente que hoy será mejor que ayer, que la naturaleza es la única que te acompaña cuando quieres tener un momento de paz y de armonía. Como el aire arrastra las hojas secas del otoño, acompañándote en el camino, ese aire que guarda secretos de muchas personas y aún así te sigue acompañando.
En otoño es tiempo de nostalgia, de chocolate caliente y manta, pero a su misma vez es tiempo de elegancia por como deja todas esas calles infundadas de belleza por los colores de sus hojas anaranjadas. Tienes la necesidad de sacar el abrigo del trastero, para esos días que empiezan a refrescar y notas como el verano está dando ya sus últimos coletazo, su ultimo aliento. Notas que tienes que sacar las botas de agua, y ponerte algún que otro jersey un poco más grueso para que el aire frió no te cale hasta los huesos, y ese escalofrió que te recorre por todo el cuerpo. En otoño es tiempo de sensaciones, de respirar aire fresco, de saltar en los charcos, de dormir, de ver películas antiguas, de ponerte guantes y bufandas, de poner el agua más caliente a la hora de fregar los platos, de encender la estufa sentarte en frente con tu familia y disfrutar del bonito otoño que la vida tiene preparado para ti.
¿Que me tendrá preparado este otoño? ¿ Será un otoño especial?
¡ Cuando llueva quedamos en un charco y saltamos con los ojos cerrados!