La base de inicio de la historia no ofrece nada novedoso especialmente, en esto debe estar casi todo escrito, nos encontramos con un asesino en serie y violador de jóvenes mujeres llamado Kyung-chul buscado por la policía que se encuentra en su camino con la hija de un viejo inspector y prometida del joven agente secreto Soo-hyun, al aparecer los restos de la chica poco después el joven agente inicia una vendetta personal en busca del culpable al margen del cuerpo de policía.
Hasta ahora no he dicho nada que se salga lo normal de hecho la primera sinopsis que leí me la intentaba vender como un Thriller violento, pero no llega a ser eso, tenemos crímenes y tenemos policías, tenemos asesinos en serie pero la violencia es en la mayoría de ocasiones desproporcionada y buscando causar estragos en el espectador por lo que de la palabra violencia podemos dar el paso a la palabra Gore. De Thriller se podría decir al principio que tenemos los actores habituales, pero la forma en que se van ejecutando los acontecimientos hacer que se acerque más al terror que al Thriller.
Y es que con el inicio que he contado comienza una historia excesiva de cazador y presa donde el joven agente (Lee Byung-hun) buscara y después perseguirá e ira torturando al personaje interpretado por Choi Min-sik entre toda la serie de psicópatas listados y sin listar por los archivos policiales, solo con el fin de que este sufra hasta que el considere que ha sido suficiente, pero no todo será tan fácil como el ha planeado.
Con todo un elenco de dementes criminales, el agente demostrara que podría ser uno mas de ellos guiado por la venganza y aparte el director aprovechara para regalarnos minutos de violencia explicita de variedad temática gracias al reparto de pervertidos y despiadados. Y es a través de las escenas violentas y desgarradoras de lo que va transcurriendo la película durante sus más de dos horas de duración que consiguen pasar de una forma fluida sin que llegue a hacerse pesada en prácticamente ningún momento.
Ahora bien, hay que reconocer que no creo que esta película este hecha para gustar a todo el mundo, la historia en si puede pecar de simple aunque la forma en la que esta narrada junto al impacto que causan algunas escenas y el gran trabajo realizado por los dos actores protagonistas, donde ninguno de los dos demuestra ser un santo, hace que perdones los clichés o los vacíos de historia que existen y si no te ha convencido durante la película solo el final debería hacer que le perdonaras esos defectos de forma que verían algunos.
Estéticamente es una pequeña maravilla, si visualmente no fuera tan atractiva y los planos estuvieran tan bien cuidados igual no hubiera funcionado tan bien debido a su duración ya que podría llegar a resultar desagradable al espectador, en el mal sentido, por la sucesión de crímenes y la forma en la que se acometen. Aparte de una banda sonora cuidadosamente colocada en prácticamente todo momento.
En conclusión, esta puede ser la película más notable hasta ahora de Kim Ji-woon que sigue demostrando que es un director que puede abordar diferentes géneros y conseguir resultados más que aceptables.