Aquella mañana al levantarse, Max se dió cuenta de que había perdido el tiempo, así que ni corto ni perezoso se propuso ir tras su pista.Buscó incansable por tierra y mar sin encontrarlo, casi sin esperanzas decidió indagar en el aire... Y sorprendentemente allí lo halló, porque lo creas o no, el tiempo tiene alas y siempre pasa volando.