A la hora de buscar trabajo existen una serie de mitos extendidos entre muchos de los desempleados que deben ser desmentidos.
Bien guiados por nuestras impresiones o bien dejándonos llevar por opiniones ajenas sin fundamento, es fácil caer en la trampa de creer que para buscar trabajo no podemos hacer más que consultar de vez en cuando los portales de empleo.
A continuación demostraremos con datos la verdad sobre estas afirmaciones y cómo debemos obrar en consecuencia para buscar trabajo de un modo eficaz.
¿Para qué esforzarse? Si total no hay trabajo
La crísis ha hecho que haya descendido el número de empresas en España y con ello el número de ofertas de empleo. Pero no es lo mismo decir que hay menos ofertas, que decir que no hay ninguna. Al haber mucha más demanda de empleo que oferta, hay que competir con más candidatos para cada puesto de trabajo. Así que no abandones y convéncete de que tendrás que esforzarte más para poder destacar sobre el resto.
Con buscar trabajo en internet es suficiente.
No es cierto, ya que sólo el 68% de las empresas lo emplea. Hay que tener en cuenta que el 58% de las empresas usan los contactos personales como método de contratación y el 12% seleccionan a su personal a partir de los currículums que han ido recibiendo por autocandidatura. Así que es un error limitarse a buscar trabajo sólo por internet. Debes ampliar tu búsqueda sondeando la autocandidatura y promocionándote a través de tus contactos personales y profesionales.
Las redes sociales no valen para buscar trabajo.
Es cierto que es un medio en el que rara vez vas a encontrar ofertas de empleo y que tampoco está orientado de modo específico a la selección de personal. Sin embargo, según el informe de Infoempleo y Adecco sobre el uso de redes sociales para la búsqueda de empleo, el 51% de los responsables de RRHH han empleado alguna vez las redes sociales en el proceso de selección de candidatos y el 71% consideran que un candidato con perfil en las redes sociales tiene más oportunidades de ser contratado que uno que no lo tenga.
Debes aprovechar las redes sociales para ofrecer una buena imagen de ti y para ponerte en contacto con gente que pueda ayudarte a encontrar trabajo: responsables de selección de personal, orientadores laborales o profesionales en activo de tu sector.
No merece la pena aceptar trabajos temporales, mal pagados o que no sean exactamente lo que busco.
La situación laboral no está para ese tipo de lujos. Debes enfocar de modo positivo ese tipo de ofertas: te servirán para aprender nuevas habilidades profesionales que mejorarán tus posibilidades de inserción laboral futuras y que te permitirán ampliar tu agenda de contactos profesionales. Si el trabajo no te gusta, acéptalo y no dejes de buscar trabajo.
El CV es de formato y contenido estándar: una vez hecho me sirve el mismo para todas las ofertas de empleo.
Este es un error grave, ya que el CV es la piedra angular de la selección de personal. El CV debe ser adaptado para cada oferta de empleo, haciendo destacar los méritos que esperamos que la empresa busque en él. Huye de formatos estándar e intenta llamar la atención por tu originalidad o sentido estético.
No merece la pena enviar cartas de presentación.
Todo el mundo envía su CV como respuesta a una oferta de empleo, pero pocos se acuerdan de acompañarlo de una carta de presentación. La carta de presentación ayudará a llamar la atención sobre nuestra candidatura respecto de las demás, permitiendonos añadir información que en el CV no tiene cabida: nuestro interés y conocimientos sobre la empresa y el puesto de trabajo, nuestra disposición para la entrevista, etc
Un artículo de: Formación y Empleo