Revista Diario
C´est la vie!!!
Publicado el 09 marzo 2013 por Evamric2012Cuando una vez siendo chiquita, mi padre me llevó a la Malvarrosa a ver el mar, le dije que quería llegar hasta aquella línea que dividía mar y cielo.Recuerdo como si fuese ayer que me contestó que era imposible. Que el infinito, rara vez se alcanza, pero que sí se le podía guiñar un ojo, acariciarlo con la yema de los dedos, y soñar con alcanzarlo. Que a menudo no hace falta ni soñar para alcanzar los sueños. Que yo era de las del grand 8 :
Y que estaba orgulloso de mí, que sabía que conformarnos con poco, era cosa de cobardes.Cuando salí de casa, con apenas 17 rumbo a Italia, y cuando regresé para recorrer España entera (menos Cádiz y Santiago), y ya con un rumbo fijo : París, de camino al aeropuerto abrazados y besándome en la frente, me acarició el pelo diciéndome:“- Pichichi, sólo aquel que busca más allá de la finitud que le marca su horizonte, algún día regresará herido, y dolido, roto, tal vez hasta muerto por dentro, pero lleno de sí mismo, y entonces podrá ser capaz de llorar, y hasta amar lo que dejó, y hasta a sí mismo ”.Le prometí sólo una cosa, y se la cumplí. Pero esto no viene al caso.Es cierto que sigo buscando la manera de llegar hasta aquella línea divisoria. Es cierto que por ello, perdí los puntos cardinales, pero creo que pese a todo no dejé de creer en el ser humano, ni en lo que soy y somos capaces de hacer, ni en nuestro instinto de supervivencia.Cada cual a nuestra manera: algunos destrozando al otro, otros perdiendo dignidad, los más con un caparazón que nos impida seguir escuchando las quejas que nosotros mismos nos lanzamos a diario en boca de otros. Y los menos, a callar, a contener la rabia, y de golpe y porrazo a soltar a boca de jarro a quien menos se lo espera toda esa bilis acumulada.El perdón, el orgullo, el cansancio, la culpa, la soberbia, el egocentrismo, (cualquier etiqueta sería válida) etc … son metáforas de una soledad que nos acuchilla una espalda llena de reproches hacia nosotros mismos.Hace tiempo que nadie me da lástima, ni siquiera yo misma.Ya planté un árbol, ya tuve un hijo, pero aún me queda un libro por terminar… y no quiero que nadie lo haga por mí.Cada uno llevamos a cuestas un horizonte por alcanzar.Y en estos momentos, creo que no estamos como para bajar los brazos, mientras el mar/ la mar, sigan ofreciéndonos ese lugar equidistante a cada instante.Ni la vie est un long fleuve tranquille, ni la mort un paradis où nicher le quotidien. E .M.