Cabochard

viejos libros, muebles antiguos primitivo animal sensual

estoraque, cistus, abedul, castóreos

cuero de Córdoba, por cordobán o cuero de macho cabrio, cuero de Rusia (búlgaro) por la solución de abedul, cuero de Marruecos.

1959 con VERDE gálbano y salvia, con rosa bulgara y jazmin, con vetiver musgo de roble, almizcle y patchouli. Post viaje India: verde, ahumado, floral y rudo, chipre maduro

Cabochard obstinado pos viaje iNDIA Fundada en 1942 por la carismática y misteriosa Madame Grès, la Casa de Moda Grès fue líder indiscutible en el mercado de la alta costura durante varias décadas. Grès entró en el mundo del perfume en 1959. Germaine Émilie Krebs 1903 soñaba con ser bailarina y escultora 1956 viaja a India Madame Grès viaja a la India para adaptar las técnicas de tejido indias al mercado occidental. Su fascinación por todas las raras y exóticas fragancias que allí ve, le motivan rápidamente la idea de crear una nueva fragancia.

El olfato, al igual que el gusto, recibe poca atención en textos de fisiología y psicología contemporáneos. Son descritos como sentidos químicos y no propioceptores, y como sentidos más bajos (anteriormente, animales) en comparación con los sentidos más altos o intelectuales.

Esta tradición de descrédito del olfato data de la Antigüedad. Aristóteles formuló una clara jerarquía de los sentidos. En lo alto se encontraban los sentidos humanos de la vista y el oído, cuyas principales aportaciones a la humanidad eran la belleza y la música, ambas conducentes a Dios; abajo se encontraban los sentidos animales del gusto y el tacto, que podían llevar a abusos —gula y lujuria, respectivamente— y que no conducían a Dios. Entre éstos estaba el olfato; según Aristóteles, no llevaba al abuso pero tampoco era un camino hacia Dios. No obstante, desde el punto de vista fisiológico, el olfato es un sentido muy poderoso. Para algunos, los olores evocan recuerdos (cfr. Gibbons, 1986); para otros, los recuerdos evocan olores. El género también es un factor en estas ecuaciones. Según Kipling, los hombres deben oler a sudor, whiskey y tabaco; presumiblemente las mujeres deben oler “bien”: limpias, puras y atractivas. La ropa no sólo debe estar limpia, tiene que oler a limpio (con frescura de limón)

Las raíces de la perfumería de cuero se remontan en el pasado a la tradición del aroma del cuero, cuando las fragancias florales se utilizaban para enmascarar el olor orgánico. Históricamente, las fragancias de cuero surgieron de dos grandes escuelas, divididas en los tipos de cuero ruso y español.

Como la brisa que la sangre orea
sobre el oscuro campo de batalla,
cargada de perfumes y armonías
en el silencio de la noche vaga; Rima vi