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Cacharros

Publicado el 05 octubre 2013 por Cayetano

Cacharros

La historia de la humanidad se escribe gracias a los artilugios que los grupos humanos han sido capaces de fabricar en cada momento.

Es decir, gracias a sus "cacharros".

Las hachas de piedra talladas a golpes o pulimentadas, las puntas de flecha de piedra, los arpones de hueso, el arado, el molino de mano, la rueda, la cestería, la cerámica, el telar, la máquina de vapor, los ordenadores...

Inventos que marcan cada época.

Todo ello sumamente necesario para el progreso de la humanidad.

No podríamos entender la historia sin sus inventos.

Útiles, utillaje, utensilios, h erramientas, enseres y aperos que nos acompañan a través de los tiempos.

Pero en pleno siglo XXI tengo mis dudas sobre la verdadera "utilidad" de muchos "inventos" modernos...

Sí, esas cosas a las que denominamos cacharros, trastos, cachivaches, cascajos, chismes, armatostes, achiperres...

La cantidad y el uso que hagamos de ellos son los parámetros usados que marcan la diferencia entre lo realmente necesario y lo superfluo.

El consumismo de la sociedad actual ha hecho que amontonemos en armarios, desvanes y trasteros muchas cosas que realmente no necesitamos o que hemos utilizado a lo sumo un par de veces en nuestra vida:

que usamos dos veces en cenas de amigos, con la que estuvimos a punto de achicharrarnos y de paso prender fuego a toda la casa. Aparte de la indigestión de tanto queso untado en pan, que actuó a modo de engrudo en nuestros estómagos.

El "cinexin" de los nenes con viejas películas que nadie pone.

El vídeo betamax y sus cintas correspondientes con películas grabadas de la tele por si hubiera que volver a los tiempos de las cavernas.

donde guardamos viejos apuntes de la Universidad, periódicos antiguos y amarillos que no volveremos a mirar aunque en uno de ella venga la noticia de la muerte de Franco.
¿No me creen? Ahí va...

Cacharros

La barbacoa eléctrica con una bandeja para el agua y que hacía las chuletas casi igual de ricas que la tradicional de carbón. La humareda que desprendía sí que era similar. Eso al menos pude comprobar las cuatro veces que la usé. Es matemático y no falla: el humo siempre va en dirección al ojo del que hace la barbacoa. Se ponga donde se ponga.

El "superglú" con el que pegamos aquel juguete -y de paso dos dedos- hace ya más de veinte años.

El traje del Real Madrid del "niño" que ahora tiene más de 30 años (el traje y también el "niño")

Afortunadamente la lavadora vieja no nos cabe en el trastero...

Luego hablarán de Diógenes y de su síndrome de acaparador compulsivo.


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