B estuvo un poco mala del estómago, la semana pasada; parecía que mejoraba, pero no se recuperó, así que su papá la llevó al médico. La doctora que le atendió, la encontró más o menos bien: le recetó lactobacilos y espaven, y dio un par de indicaciones para su dieta. Ha ido mejorando, pero hoy, en uno de esos silencios que quieren decir "ubícala de inmediato", la encontré como perrita, tomando agua del piso. Hay una ventana por la que se mete agua cuando llueve, y el charquito le pareció apetecible. Por si no era suficiente el agua que alcanza a beber mientras se baña.
Silvia Parque