necesito de aquellas pequeñas cosas.
Un álbum de hojas medio arrugadas
por el pegamento de sus cromos;
la vieja cámara de fotos de papá
en tonos color tabaco.
Todo aquello que me recuerde
a tiempos pasados, a infancia lejana,
y a canciones de días de radio y rosas.
Lo necesito como agua de mayo
porque me estoy apagando por las aceras,
mientras camino hacia mi destino,
que es la nada.
Sí, sufro, pero me callo,
¿para qué decir algo?
donde la velocidad nos atropella,
las puertas se cierran de golpe
y el canto de los pájaros
suena en los teléfonos con saldo.
Quiero mi parchís y mis juegos reunidos,
la bicicleta aquella que,
con tanto sacrificio, mis padres compraron,
y quiero querer y que me quieran,
y también que me dejen en paz,
hasta que el silencio y la paz