El ritmo es progresivo, el primer mes conocí muchas cosas porque todo era nuevo, ahora este conocer no es diario, me muevo en un espacio y círculo pequeño "casa-colegio-capilla", no necesito mucho más, está bien así. Tal vez cuando vuelva no podré decir que visité muchísimos lugares e hice excursiones cada fin de semana, pero podré hablar de mis alumnos, mis compañeros catequistas, los profesores, las chicas internas... Y si sumo cada rostro y cada historia, siento que todo lo vivido es muy valioso.
Muchas veces pienso que no soy turista, no estoy conociendo muchos lugares. Solo he ido a un pueblo, justo al lado de la ciudad, he tardado dos meses y pico en ver el mar. Me encantaría visitar algunos lugares de las isla que son impresionantes con parajes naturales sobrecogedores con cascadas, bosques y playas paradisíacas. Me encantaría visitar Ureca, el pico Basilé, Basapo, Luba, la isla de Annobón o la parte continental del país. Y puede que visite alguno de estos lugares pero no a mi ritmo, sino al ritmo diario cuando haya festivos o vacaciones. Tengo claro que no vine aquí como turista, vine para estar dentro, en mitad de la realidad conociendo personas y realidades, poco a poco.
El ritmo es progresivo, el primer mes conocí muchas cosas porque todo era nuevo, ahora este conocer no es diario, me muevo en un espacio y círculo pequeño "casa-colegio-capilla", no necesito mucho más, está bien así. Tal vez cuando vuelva no podré decir que visité muchísimos lugares e hice excursiones cada fin de semana, pero podré hablar de mis alumnos, mis compañeros catequistas, los profesores, las chicas internas... Y si sumo cada rostro y cada historia, siento que todo lo vivido es muy valioso.
El ritmo es progresivo, el primer mes conocí muchas cosas porque todo era nuevo, ahora este conocer no es diario, me muevo en un espacio y círculo pequeño "casa-colegio-capilla", no necesito mucho más, está bien así. Tal vez cuando vuelva no podré decir que visité muchísimos lugares e hice excursiones cada fin de semana, pero podré hablar de mis alumnos, mis compañeros catequistas, los profesores, las chicas internas... Y si sumo cada rostro y cada historia, siento que todo lo vivido es muy valioso.