Cada vez más griego
No sé dónde se habrá dejado el escudo
Seguro que en un rincón de la casa varsovita que no compartiremos
Su perfil moreno se recorta más en la cercanía del aliento,
parece que se acabara de retirar el casco, desordenado el pelo
Hoplita cansado de la batalla, más lejano cuanto más amado.
Si vuelves, dile que aquí perezco
y que le espero en obedeciencia a mis leyes.
Pero que no tarde.
Que no tarde.