Tuve un par de semanas de café Combate del que viene mezclado con azúcar, bien cargado, con un chorro -no mucha cantidad- de jarabe de chocolate Hershey's. Ayer cambié el jarabe por medio cuadrito de chocolate de mesa El Oso y resultó muy bueno. Desafortunadamente, quebré el tarro que hacía las veces de taza. Traté de beber un café en un vaso de plástico azul -quedan dos de esos vasos: había cuatro-, pero no pude con eso. Creí que me daría un descanso de café una semana; luego conseguiría un par de tazas; pero aquí estoy, bebiendo café al tiempo, de segunda mano, sin azúcar para asumir que es otra clase de bebida y no lo que yo tomo como "café".
Entretanto, me desintoxico mentalmente. Traigo un ánimo extraño -tal vez nuevo-, que me agrada. Visualizo una "línea" para el resto de mi vida -no es un camino, no son deseos-. Una propone y Dios dispone, pero a mí me importa mucho tener una buena propuesta.
Silvia Parque