Te vi apresurada en la cocina. Me gusta mirarte en tu premura. Yo golpeaba nervioso el mantel. Miraba tus piernas y tus movimientos coquetos. Preparabas café. Hacía ese frío gélido de los días en que hiela. Carámbanos en el porche. Dentro, tu tibieza y el café.
Mis manos en tu cintura cuando te acercaste con la bandeja y las tazas. Tu cabello despeinado, tu risa nerviosa, mis dedos por debajo de tu falda. El café en la mesa.
Tus bragas bajando, despacio. Yo, subiendo. Café. Café humeante.
Tus muslos, mis manos, la vida.
Mi lengua, tu risa.
Café tibio.
El suelo helado, el mantel que baja de la mesa a las losetas. Tu piel. Mi piel. Nuestras risas.
Café helado en la mesa.
La cocina, ardiendo.