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Caín
Publicado el 07 febrero 2010 por IcíarEscritor: José Saramago
¿Qué decir de este libro? Me gusta cómo escribe Saramago, sus reflexiones, lo ameno que resulta. Pero este libro no será uno de los que queden en mi memoria.
Es una versión del Antiguo Testamento, versión centrada en una lectura demasiado literal de la Biblia, llena de ironía, burla y crítica. Caín será el protagonista, protagonista porque viajará al pasado, presente y futuro y a través de su propio análisis viviremos muchos de los episodios conocidos de la Biblia, en este libro él es testigo, estará en: el sacrificio por Abraham de su hijo Isaac; la destrucción de Sodoma y Gomorra; la Torre de Babel; Moisés y el becerro de oro; Job; el diluvio universal; las conquistas y guerras entre pueblos por los israelitas, etc, etc…. es también remarcable las escenas de cama, no voy a decir nada, lo dejo como cebo.
Aquí, el Dios está a la altura de Caín, los dos hablan en un mismo nivel. Caín lo recrimina y le culpa de lo que sucede. Aparece este Dios como rencoroso, celoso, cruel, justiciero sin equidad, instigador de matanzas y conquistas. El hombre, sin embargo, y esto sí que es nuevo, no es objeto de crítica, sino de lástima y comprensión. Es más, la desgracia del hombre proviene de la misma existencia de ese Dios. El asesinato de Caín queda como un arrebato comparado con el mal del que el mismo Dios es responsable.
¿Qué trae de nuevo todo esto? Aparece el Dios como la causa del mal, y yo no puedo más que mirar que culpar a un Dios es obviar nuestra propia culpa, nuestra y sólo nuestra. No creo que la historia de la humanidad hubiese sido mejor sin la existencia de las religiones.
Voy a resaltar sólo un capítulo, el de Job, que pasa del bienestar al estado máximo de miseria. En el libro Job es el juguete de la apuesta entre Dios y el Diablo, pero se pasa por alto la segunda lectura mucho más enriquecedora, y que es la que me interesa, un Job que no responsabiliza a nadie de su suerte, su suerte es suya, y en el lenguaje de la época su suerte es de Dios.
Por eso, encuentro superficial el fondo del libro, el querer creer que el culpable de la existencia del mal es precisamente la existencia de la creencia en un Dios, la existencia de las religiones, el querer creer que el culpable del mal es Dios mismo, no nosotros mismos, no nuestra naturaleza.
Termina el libro con el episodio del diluvio universal, y en este episodio hay más que una sorpresa, más cambios que en cualquier otro episodio, hay tanto cambio que afectará al destino de la humanidad……. y hará que Caín y Dios sigan discutiendo hasta el infinito
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