Fotografía de Valentín Pablo Gómez
Cándido no se ha olvidado de mí. Me ha llegado su almanaque. El lema para 2021 es La ley de Murphy no es un cuento chino. Como nota a pie de página aparece su clásico Usted vive en el mejor de los mundos posibles. Y si no es así, nosotros se lo reparamos. Este año tienen mucho protagonismo los oficios. Enero está dedicado a los buzos. Una reluciente escafandra sirve de ilustración. La inmersión es la salida. En las profundidades, en la oscuridad, bajo la presión de las aguas habita la memoria... Enero es el peor mes, decía mi madre. Y es que le frío y las inclemencias nos arañaban en Tierra de Campos. Hay almanaques de un solo mes, el de enero. Niebla, heladas, incluso nieve... Todo el año sobra cuando el recuerdo te remite al frío. La vida del buzo no es sencilla. La escafandra pesa como el mundo. El trabajo del buzo es duro y húmedo. Su objetivo: rescatar las ideas sumergidas, en canales y mares del sur. Quizás nacimos para ser todos buzos. Este es un almanaque que no puede pasar de enero, el peor mes... No hay barco para humanos, no hay escafandra que nos permita cruzar las aguas sin mojarnos. Imaginar otro mes hoy es una temeridad. Enero se atasca en las esclusas, en los hornos abrasadores del invierno. No hay más meses.