Pasaron ya las semana de estreses y noches en vela. Mi almohada me ha dicho que me echaba de menos. Esta noche por fin embutí la oreja hasta escuchar sus latidos.
La escuela cerró hasta septiembre. Largo verano por delante... entre acuarelas e hilos. Tres meses es mucho tiempo para hacer nada. Sigo sin trabajo remunerado, aunque tengo algunos proyectos personales y ganas de seguir creciendo. Ahora toca ordenar, cumplir años y demás... Calor, color y crear.
