Cambiar creencias limitantes

Esto que te cuento es un secreto. Pocas personas conocen ciertos miedos que he ido superando. Ahora parece que lo que te explique solo lo puedo hacer yo. No es así. Nada hay que me diferencie de ti. Tú, amigo mío, me conoces hace años. Muchos. Has recurrido a mí para darte energía, impulso, creatividad y escucha.

Hoy te contaré como se cambian las creencias limitantes. El coach personal no tiene una varita mágica. Parece que hacemos magia con las personas. No es así. Solo aplicamos el sentido común y tenemos 3 creencias muy potentes:

1. No existen fracasos, solo hay resultados
2. Todo comportamiento tiene una intención positiva
3. Posees (sí, tú) los recursos necesarios para realizar cualquier cambio.

En resumen, tú eres perfecto, querido amigo.

Cualquier creencia limitante se cambia a través de la reflexión y la práctica de nuevas acciones hasta incorporar una nueva creencia. Es decir, una creencia no se borra. Para cambiar una creencia hay que sustituirla por otra.

Para ello, no te queda otra opción que aprender. Aprender es desaprender lo aprendido y aprender actitudes nuevas. Esto se consigue siendo persistente y creyendo en ti mismo. Casi todos los cambios transformacionales está comprobado que cambian y se asientan en una persona en un periodo de 6-7 meses.

Se trata de identificar tus creencias y dudar sobre ellas. Puedes decir “!Que mala suerte tengo!” y ante ello preguntarte:

1. ¿Es una opinión o un hecho? Los hechos pueden ser fundados o infundados.
2. ¿Hay personas que opinan de diferente manera?
3. ¿Qué hechos fundamentan tu opinión?
4. ¿Encuentras hechos reales que fundamentan la opinión contraria?
5. ¿Siempre tienes mala suerte o es solo alguna vez puntual?
6. ¿Me dices momentos de buena suerte?

Podrías cambiar creencias limitantes pensando en utilizar menos las generalizaciones. Puedes llegar a creerte lo que generalizas con nunca o siempre. En coaching decimos que el lenguaje no es inocente. Hay que tener cuidado con lo que se dice…. El universo te está escuchando!… Ya te presentaré un día al Señor Universo. Oído a las lectoras… No se trata de mister Universo 2013… pero está más potente! Ummm..

El aprendizaje de nuevas creencias que sustituyen a estas limitantes que te impiden llegar a tu objetivo te lleva a la acción y te hacen contrastar resultados con expectativas.

Un último truco. No usar el “pero” sino el “además”. El “pero” es el borrador universal. Puedes decir: “Que trabajo más bueno tengo pero me gustaría ganar más dinero”. Estas diciendo que tu trabajo no te gusta porque te gustaría ganas más dinero. De esto hay muchos ejemplos.

Me cuentas si ¿Usas a menudo el “pero”? ¿Vas a poner en práctica como identificar creencias y sustituirlas por otras que vayan alineadas con tu objetivo?

Gracias por darle a compartir.

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