Cambiar para ser.

Decía Heráclito de Efeso: “todo cambia, nada es”, y yo, para llevar la contraria, titulo esta entrada: “cambiar para ser”… Creo que la vida es canje y adaptación constantes, y que -sin perder la esencia- renovarse es vivir. Y vivir mejor.

Toca época de trueque en algunos aspectos de mi vida (todos leves y estético-profesionales), y me gustaría recordar lo que opinaban, sobre esto de evolucionar, algunas voces más entendidas que la mía. Mío, de momento, puedo avanzar el nuevo logo.

Y sigo concentrada en la novela, que será del estilo de  “Evocación”, pero con muchos menos errores (¡o eso se intenta!). Un abrazo para vosotras… un abrazo para vosotros, mientras tanto. ¡No me olvidéis del todo!

Discúlpeme, no le había reconocido: he cambiado mucho. (Oscar Wilde)

Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos. (Eduardo Galeano)

Si quieres cambiar al mundo, cámbiate a ti mismo. (Mahatma Gandhi) Cuando no se puede lograr lo que se quiere, mejor cambiar de actitud. (Terencio) Si algo he aprendido en la vida es a no perder el tiempo intentando cambiar el modo de ser del prójimo. (Carmen Martín Gaite) Todos los cambios, aun los más ansiados, llevan consigo cierta melancolía. (Anatole France) Nadie puede ser esclavo de su identidad: cuando surge una posibilidad de cambio, hay que cambiar. (Elliot Gould) Solo la renovación puede mantener, el que se queda parado, se retrasa. (Everhardus Johannes Potgieter) El hombre absurdo es el que no cambia nunca. (Georges Clemenceau) Es el cambio, el cambio continuo, el cambio inevitable, el factor dominante de la sociedad actual. (Isaac Asimov) Cuando no somos capaces ya de cambiar una situación, nos enfrentamos al reto de cambiar nosotros mismos. (Viktor Frankl) La curiosa paradoja es que cuando me acepto a mí mismo justo como soy, entonces cambio. (Carl Rogers)

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