Ya empezó a salir el sol, llegó Septiembre y la primavera comenzó a manifestarse a través de los árboles que ya florecieron. Las ganas de tomar helado incrementan, junto con disfrutar un paseo por el parque. Sí, el invierno comienza a despedirse, y comienza, según mi punto de vista, el mes más alegre del año, ya que nos ilusiona con el verano que llegará en un par de meses, y nos trae la celebración de las fiestas patrias (chilenas, hay que decirlo).
Otro evento importante que me incita aún más a realizar esta introspección es el duelo que estamos viviendo en Chile, no creo ser la única vulnerable, creo que la tragedia que tuvo lugar el viernes pasado a muchos nos hizo click, de distintas maneras, y a mí en lo personal me hizo hacer un alto, revisar mi vida y preguntarme ¿Qué mierda estoy haciendo? (disculpen la expresión). Y bueno, aún queda año, y el sol hace que las mañanas sean más agradables, los árboles florecidos invitan a salir de la casa y vivir el día. Estamos en el momento de seguir con mayores fuerzas el año, los proyectos, nuestros caminos, o de decidir cambiar, despertar, retomar cosas, tomar la vida por las riendas, hacer esas cosas que dejamos de hacer, empezar de una vez aquello que postergamos, hacer lo correcto, reencontrarnos, acercarnos, y como nunca dar gracias por lo que tenemos, y por estar vivos. Los árboles ya dieron flores, es hora de que nosotros florezcamos.