Miguel de la Madrid fue director del FCE bajo Salinas y Zedillo. Iniciaron las coediciones y la elevación de los precios.Su libro,basado 1/2
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en la Unidad de la Crónica Presidencial, vale 399. Si hubiera sostenido su dicho sobre los Salinas, le iría bien. 2/2 pic.twitter.com/OaiIIk7yfn
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¡Qué largo fue el sexenio de Miguel de la Madrid (1982-1988), el presidente más priísta de todos!. Para los entusiastas del análisis político y la realpolitik, nada más inestimable que las memorias de un jefe de Estado y de gobierno que no rehúsa ningún tema: desde su relación con López Portillo, la ira empresarial por la nacionalización de la banca y los arreglos con el sindicato petrolero, pasando por las explosiones de San Juan Ixhuatepec y los terremotos de 1985, la rechifla en el Estadio Azteca en el partido inaugural del Mundial México 1986, el crack bursátil de 1987 y la elección presidencial de 1988.
El 1 de diciembre de 1982 se separaron mis papás, de modo que la crisis personal coincidió con la crisis nacional. Había, oficialmente, una crisis de caja. No permitiré que la patria se nos deshaga entre las manos. Cuenta Jesús Silva-Herzog Flores, secretario de Hacienda, que un taciturno Miguel de la Madrid bajó del helicóptero la noche que fue a reunirse con Reagan en la Casa Blanca. Llovía a mares. Y los funcionarios se habían subido los pantalones para no mojarse. Cuando llegaron a la audiencia el Presidente de México seguía así, de modo que Silva le dijo a de la Madrid: "Señor Presidente, ¡bájese los pantalones!". "¿Tanto debemos, Chucho?", diría don Miguel. En 1988 llegué a Puebla, luego de defecarla en Xalapa (en palabras de El Mosquito Dragón AKA El Munra). Me fui en 2008: La crisis financiera mundial se había desatado en el último trimestre de ese año y yo había renunciado tres días antes al trabajo horroroso que tenía, y no volvería a encontrar otra oportunidad laboral en la polvorienta ciudad.
Es un privilegio estar en el asiento del copiloto, diría Federico Reyes Heroles cuando Cambio de rumbo vio la luz. Su padre, Jesús Reyes Heroles, era el Secretario de Educación Pública de Miguel de la Madrid. Pero murió en 1986, víctima de cáncer, dejando la Revolución Educativa en la instrumentación del examen de ingreso a la Universidad Pedagógica Nacional (UPN). Su relevo fue Miguel González Avelar, quien sólo terminaría el sexenio y se prestaría al tapadismo de 1987. Ya le tocaría a Manuel Bartlett, bajo Salinas, iniciar el ataque frontal contra la autonomía universitaria a través del subsidio. Fue el final de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP), que en adelante estaría, como lo está, controlada por el maldito PRI.
En contraste, para Carlos Monsiváis el tabique resultaba aburrido porque la historia era conocida y además ya todo había pasado, sin remedio. (El prolífico autor es mencionado sólo una vez, p. 686, cuando se le enlista entre los pocos intelectuales que apoyaron al Rector Carpizo durante la huelga en la UNAM de 1986).
Camino a la Presidencia - En un estilo campechano, que denota no sólo prisa sino la necesidad del Presidente de confesarse, compartir la carga de los problemas nacionales, el tomazo se deja leer. Si política es todo lo relativo a influencia y poder, de la Madrid era un político de salón, que entró al palenque político al llegar a la Secretaría de Programación y Presupuesto y resolverle a López-Portillo, su antiguo mentor en la Facultad de Derecho (UNAM), el asunto del Plan Global de Desarrollo, que administraría el boom petrolero. Ni un palabra sobre cómo fue su relación con Rosa Luz Alegría ni cómo se llevó a SPP a José Ramón López-Portillo, para ganarse al padre. Sin embargo, sí habla de cómo López-Portillo, fuera de la presidencia, le preguntó por sus amigos. Cae gordo que de la Madrid se vea a sí mismo superior a los demás: los demás están locos, los demás son elementales, los demás son poco inteligentes, los demás pierden el control; lo que revelaría no sólo soberbia, sino la necesidad de darse valor denigrando a los otros. (Quedan po ahí los dichos de José Agustín, que insinuaba que de la Madrid se metía algo, no sólo nicotina) Esto pensaba de los empresarios, muy heridos por la nacionalización de la banca, a los que había dicho en su mensaje inaugural que era "irreversible" (ya la reprivatizaría Salinas):
"Afortunadamente, los empresarios son torpes. El peligro estaría en que fueran más inteligentes que nosotros." (p. 60)
Cuando llegó a Veracruz, recuerdo al candidato del PRI lanzando su mensaje mediante una cadena estatal de televisión. Se notaba que se había aprendido muy bien la hoja que descansaba a su lado en el amplio sofá donde daba la charla, sentado.
Mis colaboradores: acomodos iniciales - El 15 de enero de 1983, Jesús Reyes Heroles asistió al informe del gobernador de Puebla, Guillermo Jiménez Morales, y transmitió un mensaje del Presidente. Habría que conseguirlo en la Biblioteca del Congreso del Estado. "Reyes Heroles es un hombre polémico, un relegado del gobierno anterior que supo permanecer en silencio cuatro años y que cuenta con una amplia clientela de simpatizantes en los medios intelectuales y de prensa. Su discurso tuvo un fraseo acertado, pues Reyes Heroles tiene mucho oficio; sobre todo, fue un discurso oportuno y valiente." (p. 55)
Desde el arranque del sexenio, de la Madrid encarga diversas tareas especiales a sus funcionarios (Salinas y Bartlett, principalmente).
Empresarios: temores y suspicacias (febrero de 1983) - "El sector capitalista en México es increíblemente egoísta, increíblemente limitado, increíblemente ignorante. Sus actitudes son realmente incomprensibles en ocasiones. Ahora que trato a los empresarios, veo la altanería e insolencia con que actúan. Se sientes una casta divina, un grupo privilegiado que está por encima de los problemas del país." (p. 69) A ellos les parecía socializante que el Estado fuera el rector de la economía. Al modernizar el proyecto de la Revolución Mexicana, de la Madrid pensaba en plasmar las reglas del juego en la Constitución, qué el gobierno qué los empresarios, aunque este tipo de límites le parecían ociosos en temas como el intermediarismo, donde el más pobre termina comprando más caro que el rico (Cfr. p 65, Problemas estructurales en el comercio). Para de la Madrid, Echeverría y López-Portillo terminaron mal porque el desarrollo estabilizador requería venderle al exterior, en lugar de la expansión del gasto público mediante deuda externa. Para limpiar el tiradero, requería de los empresarios. Y, yo agrego, lo mismo se toleró la informalidad que el narcotráfico. Todo lo que hizo el gobierno fue para financiar la deuda: no exportamos productos, sino capitales netos. Y personas, desde luego.
Elecciones: cambios en 13 estados (octubre de 1986) - "No puedo limitar los nombramientos a funcionaios ajenos a toda suspicacia, porque en muchas ocasiones no los hay." (p. 639) Recuerdo el dicho del periodista Raymundo Rivapalacio en el sentido de que de la Madrid es uno de los político más capacitados en tragar sapos sin hacer gestos que jamás haya conocido. El propio ex-presidente le dijo a Carmen Aristegui que, para que el sistema político mexicano funcione, hay que tolerar muchas cosas.
Grupo Contadora (Colombia, México, Panamá y Venezuela) - Haciendo honor a la diplomacia mexicana, el gobierno sostenía la tesis de que si los EEUU no habían sido capaces de detener la guerrilla en El Salvador, nunca lo lograría si su repudio hacia los sandinistas en Nicargua incendiaba todo Centroamérica. En Europa, principalmente, se admiraba la política exterior mexicana: muy valiente, a considerar la difícil vecindad con Estados Unidos y con el ultraconservador gobierno de Reagan.
Crecer para pagar - Quizá uno de los episodios menos conocidos por el grueso del público fue el arreglo con el FMI que logró establecer que, para servir la deuda externa, era necesario crecer. Ya en enero de 1986 las políticas monetaristas de austeridad no cubrían el déficit por la caída de los ingresos petroleros. Sin escándalos, el gobierno había diferido el pago de los intereses para no agotar la reserva del Banco de México.
Huelga en la UNAM - "El gobierno siempre tiene que partir de la hipótesis más negativa. En este caso, de que los ceuistas buscaban el autogobierno, el asambleísmo, el consejo paritario, la elección popular de directores y aun del rector y, en fin, imponer el modelo de la Universidad de Guerrero [Yo tenía un libro sobre Rosalío Wences Reza, ¿dónde quedó?; el Mtro. Malpica militaba en el Partido de la Revolución Socialista (PRS), sin registro] que, de alguna manera, se ha extendido, con sus diferencias, a Sinaloa, Oaxaca y Puebla. Una universidad demagógica significa la destrucción de la Universidad; significa convertirla en un foro para tratar temas universitarios." (p. 681) Ahora se les llena la boca diciendo que atienden "los problemas sustantivos de la universidad". Pero son priístas o apoyadores del PRI, y se simula mucho, con el cuento de lo que parece es, pero no siempre las apariencias engañan. No pasó la reforma en la UNAM con Carpizo, ni la del Poli con Yoloxóchitl Bustamante Díez (2009-2014). ¡Pero qué tal en provincia! Arrasaron, mataron, compraron conciencias, desaparecieron plazas, alteraron documentos, etc.
Sucesión presidencial - A las 10 AM del domingo 4 de octubre de 1987, Jorge de la Vega, presidente del CEN del PRI, destapó a Carlos Salinas de Gortari como candidato presidencial. Por la tarde, en primero en visitar al Presidente fue Francisco Rojas, director de Pemex, quien tiene una larga amistad con Salinas (el hombre encargado de recoger la carta de retractación del expresidente por las escandalosas declaraciones sobre el robo de la mitad de la partida secreta por parte de Carlos y las relaciones de Raúl con el narco, fue, precisamente, el diputado Rojas en 2009). Miguel de la Madrid lo había pensado desde mediados de 1986, luego de que el derrumbe de los precios del petróleo había puesto al país en moratoria de pagos, siendo que Jesús Silva Herzog saldría por no convencer a los acreedores que para pagar México necesitaba crecer, el Presidente observó que su secretario de Programación y Presupuesto le ofrecía una visión de conjunto de la poblemática y las alternativas posibles. "Nunca consideré entre los posibles imponderables que uno de los seis precandidatos destapara a otro. El hecho es que pasó, y de una manera absurda. Fue grave, aunque no creo que se nos pudiera haber ido de las manos el proceso. Sin embargo, se enturbió de manera irreperable. Descompuso una estrategia que había caminado como un reloj de precisión." En efecto: del Mazo se desinfló y una simple pregunta, en casa de la novia de Federico de la Madrid, cofundió las cosas: el candidato sería Sergio García Ramírez, a la sazón Procurador General de la República. Hubo quien le habló incluso al expresidente López Portillo, comunicándole la especie. Hubo apoyadores afuera de la casa del procurador y Alfredo del Mazo lo felicitó por radio. (Cfr. pp. 737-758). Este hecho singular, que fue visto como una fractura al interior de la llamada Familia Feliz, sería el antecedente funesto a la elección presidencial de 1988. Alfredo del Mazo nunca se recuperó. Manuel Bartlett volvió al trabajo, aparentemente sin resentimientos, pero durante el escándalo por las declaraciones de MMH a Aristegui, dijo que el Presidente se había equivocado con Salinas, teniéndolo a él como mejor candidato (pero, durante las comparecencias de 1987, Bartlett había sacado demasiado el pecho: no estaba de acuerdo con el proyecto económico). Ahora el político "poblano" trabaja para AMLO, que también es tabasqueño y, como él, ex-priista.
Crack bursátil de 1987 - El 19 de octubre perdió 52 671 puntos, 16.5%; en el curso de un mes perdió 70%, luego de que entre el 31 de diciembre de 1986 y el cierre de mayo de 1987 había ganado 148%. ¡A eso habían regresado los capitales privados!. Por esas fechas, el 5 de octubre, Wallstreet había quebrado por culpa de la reaganomics: la recesión era obligaba para hacer frente a su déficit financiero y comercial. De la Madrid estaba a favor de gravar las ganancias bursátiles. (Cfr. pp. 760-763).
Elección de Salinas - Ninguno de los funcionarios se comprometió tanto con el proyecto (fortalecer al Estado, achicar el gobierno, exportar, crecer, bajar la inflación, controlar el déficit público) que Carlos Salinas, secretario de Programación y Presupuesto. Un chisme en la casa del empresario Jaime Camil, en la que Federico de la Madrid diría que el bueno sería Sergio García Ramírez (PGR), casi arruina el destape de Salinas: del Mazo felicitó al procurador desde el programada de radio donde lo estaban entrevistado, lo que creó cierta confusión). Los enemigos del proyecto permanecieron agazapados hasta 1994, año en que apareció la guerrilla zapatista en los Los Altos de Chiapas, el asesinato de Colosio, el asesinato de Ruiz Massieu, el error de diciembre. Zedillo habla de vez en cuando, hace poco declaró sobre la necesidad de invertir en varios puntos del PIB en las policías, pero nada sobre la masacre de Acteal. No ha publicado nada, como Salinas, que no cesa de parlotear. ¿Por qué publicaría Cambio de Rumbo Miguel de la Madrid? Quizá por afán de reconocimiento a su labor, pues luego de la nominación de Salinas, apuntaba que él ya había cumplido dejando su marca en el rumbo del país, que ya no daba para conducir la economía con el gasto público desorbitado. Hechos todos los cambios, ¿Por qué no crece México lo necesita?. Quizá se abusa del mercado de cambios: todos corren a exportar sus ganancias fuera del país, ya sea en paraísos fiscales o donde se sienten más seguros que aquí, donde cualquiera, incluido el gobierno, te los puede quitar porque no hay Estado de derecho.
@Metkeva "La izquierda no entiende el proyecto y la derecha no entiende el país." MMH #CambiodeRumbo p. 847
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La pirámide poblacional se había invertido, los jóvenes de los 80s éramos mayoría. Como el mundo que encuentran no les gusta, lo quieren cambiar, dice el Presidente. Votamos por Manuel Clouthier (PAN) en Xalapa. Pero el Estado de Veracruz fue en 1988 para Cuauhtémoc Cárdenas, igual que en 2012 para AMLO. El PRI aceptó la derrota en el valle de México y Sureste del país, así como en algunas regiones del Norte. Pero tardó un mes en producir los calificar la elección presidencial. No acepta aquí, por supuesto, ningún fraude patriótico (como deja dicho don Luis H. Alvarez que lo confesó años después, por eso se incineraron las boletas años después). Por eso me afilié al PAN, porque era lo que había. ¡Miren cómo acabó Cuauhtémoc Cárdenas por el caso Ayotzinapa, casi linchado por la turba. Me doy cuenta de que hay que participar políticamente para construir ciudadanía y alternativas viables. En un país de tanta necesidad, la izquierda sólo ha podido poner los muertos, pero ninguna alternativa viable. ¿Y la derecha? A la derecha le falta imaginación, patriotismo, capacidad para ver más allá de sus propios intereses conservadores. Por lo demás, el régimen nunca se ha podido acercar a los jóvenes (18-25 años).
Miguel de la Madrid Hurtado, Alejandra Lajous, Cambio de rumbo. Testimonio de una Presidencia. 1982-1988. FCE, 2004. Primera edición. México, DF. 871 pp.