Revista Diario

Camilo = versión moderna y oscura de John Keating del Club de los Poetas Muertos.

Publicado el 17 julio 2012 por Israel_esteban @PsicoMarket

Camilo = versión moderna y oscura de  John Keating del Club de los Poetas Muertos.
¿Si os recitase este poema de Walt Whitman? ¿Qué os sugeriría?
“¡Oh, Capitán! ¡Mi Capitán! Terminó nuestroespantoso viaje,El navío ha salvado todos los escollos, hemos ganadoel premio codiciado,Ya llegamos a puerto, ya oigo las campanas, ya elpueblo acude gozoso,Los ojos siguen la firme quilla del navío resuelto yaudaz;Mas, ¡oh, corazón, corazón, corazón!¡Oh, las rojas gotas sangrantes!Ved, mi Capitán en la cubiertaYace frío y muerto.” 


Esta elegía inconclusa, vino a mí tras hablar con nuestro entrevistado de hoy. Y dentro de poco sabréis por qué.

Conozco a Camilo desde hace años pero nunca habíamos compartido nada, además lo veía siempre de noche y quieras que no, entre pincho y pincho no te apetece hablar de nada que sea demasiado profundo. 
Por circunstancias de la vida tuvimos que compartir habitación en una casa rural de Laredo el pasado fin de semana. En camas diferentes por supuesto. No es por hacerle un desprecio al chaval pero ronca a lo heavy metal. Supongo que será porque es su música preferida.Resulta que Camilo es profesor y sus alumnos tienen entre ocho o nueve años y están encantados con los métodos modernos que utiliza. Por las historias que me ha contado, me recuerda  a Robin Williams en el film “El club de los poetas muertos” (1989), o a esas películas dónde el profesor hace, de un ovillo de chavales desquiciados, unos muchachos de provecho.La motivación y las recompensas son herramientas de trabajo que usa Camilo. Invierte mucho tiempo en inculcar métodos de aprendizaje alternativos. Es una persona justa y está en contra del despotismo verbal. Por eso el propone pero jamás impone. Mientras que otros profesores se centran, tan sólo, en enseñar lo básico, él con argumentos y reflexiones, ahonda en los valores. Es de valorar que sea así, ya que nos interesa que los niños no sean autómatas recién salidos de una fábrica. Nos interesa que de las clases salgan niños que sepan sopesar las cosas y no sólo que acierten a acentuar las palabras de cualquier texto. Por otra parte, puede que los niños sean víctimas de los diferentes estilos de sus profesores. Aún así, yo creo que la variedad enriquece. Camilo nos recuerda que con una buena actitud se consiguen más cosas.
Debajo de cada tramo de piel tatuada o tras los orificios por donde pasan las circunferencias de metal que fecundan sus orejas, puedes encontrar a una persona con buen carácter, personalidad y mucha  psicología. Por lo menos para la infantil. Y según he podido apreciar también tiene varios trucos para elegir pareja o conductas interesantes para acercarse a una fémina. Estrategias en papel que a veces se le van de las manos en el mundo real.
La prueba de fuego que deben superar sus parejas me recuerda al programa “Humor Amarillo”. La que sepa hacer la mejor tortilla de patata, esa sin duda, será la mujer de su vida. Ante la duda la tortilla. Me parece magnífico. En su brazo y hombro derecho lleva tatuado el bien y el mal personificado; un ángel y un demonio. Él lo cuenta como si tuviera un guión ensayado, pero en el fondo ese dibujo nos descubre su miedo interior al no saber discernir entre esos dos mundos, con ello, hace un llamamiento al equilibrio. Bajo esos símbolos clásicos, se dibujan unas cartas de póker que nos indican la importancia de tener suerte en esta vida. No prosigo con los demás para no dedicar el post completo a sus tatuajes. Más que nada, porque quisiera terminarlo este año.
Nos cuenta que hace unos meses mandó a sus alumnos organizar una fiesta heavy, en la clase, y dejó en sus manos la preparación de la misma. Fomentó así el espíritu de grupo. Los niños, entusiasmados, vivieron todo el proceso con emoción. Tal vez sintieron una catarsis colectiva, signifique lo que signifique catarsis. A la mitad del proceso, una niña se acerco triste a Camilo.
-Hola, buenos días ¿Qué te ocurre? –Camilo siempre es correcto y educado. Es cómo si tuviera un tic soportable.-Pues que mi madre no me deja escuchar heavy. Dice que esa música enloquece.-Pues no te preocupes que eso tiene solución.
Camilo, con una sonrisa, le dejo un reproductor a la pequeña para que disfrutase del metal melódico que llevaba en ese momento. Haciendo entender a la niña que no todo el metal es siniestro u oscuro.
Actualmente vive con cierta tensión, hay algo que se llama sistema corrupto que no le deja dormir bien por las noches. Por eso intentará vivir el presente y se imaginará un futuro mejor del que se presupone. Lo dejamos soñando con cosas buenas.
Camilo = versión moderna y oscura de  John Keating del Club de los Poetas Muertos.
 Israel Esteban

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