Caminando!

Publicado el 23 abril 2014 por Cads @CaDs

Nunca me ha gustado conducir.

Siempre he preferido caminar o usar el transporte público. Creo que por eso disfruto tanto de Tokio.

En España, sobre todo si vives fuera de alguna gran capital, el coche se hace necesario para moverte de un lado a otro.

Pero ya sea gracias a mis amigos que me llevaban, o a que prefería caminar durante 30 minutos a conducir, me las apañaba para llegar de un lugar a otro.

Creo que esa fue una de las razones por las que nunca llegué a acostumbrarme a mi vida en Panamá.

La combinación del clima con el tráfico y el estado de las calles de aquella ciudad hacía que resultara imposible caminarla.

Caminar me da la oportunidad de dejar volar la mente, de relajarme paseando sin realmente pensar en nada.

Ver pasar calles, caras, paisajes… le da un sabor diferente a cada día.

Si puedo elegir, prefiero los colores de una fachada curiosa al gris de las carreteras, o un gato agazapado entre los arbustos de un jardín a la matrícula del coche de delante.

Hay tantos sitios que no hubiera descubierto si no fuera por este extraño hábito mío de ir caminando a casi todas partes…

Solo ha habido un par de ocasiones en las que he tenido un coche. Y hasta la fecha creo que he lamentado cada una de esas compras.

Ya fueran problemas mecánicos, los golpes y abolladuras con los que me regalaban desconocidos de vez en cuando, o los interminables plazos del crédito.

A día de hoy soy más feliz comprando un billete de tren, sabiendo que al bajarme en mi estación no dejo deudas pendientes de pagar, y que nadie va a “robarme el tren”

Prefiero gastar mi tiempo planificando mi viaje, disfrutando del paisaje que pasa al otro lado de la ventanilla en lugar sin prestar mayor atención.

Caminar te da la oportunidad de perderte, y volver a encontrarte una y otra vez.

Y con suerte, encontrar con quien compartir tu camino.