Camino dorsal del te quiero
que llegó hasta sus venas
repicando en cada detalle de su piel,
la palabra estremecida logró ser boca en el ahora,
logró filtrarse en la sombra del alma
y se llenó de miradas en la mirada
intentando abarcar la maravilla,
se hizo vínculo en el aire la pasión,
se abstuvo de ser tiempo el tiempo
y en la incertidumbre de la pausa
ella lo besó.