España vibró ayer con una final épica, en la que nuestros jugadores aguantaron las acometidas de los holandeses, hasta que Andrés Iniesta rubricó con un gol un fantástico mundial. Venció no sólo España, si no el fútbol en sí, los holandeses no hubieran sido dignos campeones y mostraron su peor cara en el escaparate mundial de una final. Este escaparate es en el que España colocó su fútbol, su entrega y sus ganas por ser mejores, para deleite del resto del fútbol.
Eran los mejores, todo el mundo lo sabía y ahora son los campeones del mundo. Uno ya no se acuerda del pasado, ahora miramos hacia adelante con la confianza de haber demostrado lo que vale el fútbol español, con la sobriedad de su educación ante la falta de seriedad, criterio, formación y en general de vergüenza de un árbitro permisivo con la violencia. Estos sucesos y vencer estas visicitudes son las que hace a un campeón grande, y la leyenda de este equipo se ha escrito con letras de oro al lado de las selecciones y de los jugadores más importantes de la historia.
No hace falta seguir escribiendo, por que una sóla frase llena hoy cualquier espacio en blanco mejor que una parrafada;
¡SOMOS CAMPEONES DEL MUNDO!
La Ruah estuvo al lado de esta selección increible, a la que nosotros creemos que damos suerte por que en todas las competiciones que hemos retransmitido, España salió ganadora.