¡Hola!Un nuevo año.Hace mucho que no escribo. Espero este año volver al Blog. Tengo muchas cosas que contar. Muchas cosas que he probado y que me gustaría compartir con ustedes. Así que creo que lo primero que compartiré es lo siguiente.
Sip! Fue un año complejo pero de mucho aprendizaje. En principio aprendí a escuchar mi cuerpo. Diagnóstico: Cáncer de Ovario, estadio 3. Tuve mucha suerte.
La metástasis se presentó como un bulto a la altura de la ingle derecha. Eso me llevo al médico. El cáncer de ovario es silencioso y muchas veces se detecta cuando ya está muy avanzado. Sus síntomas te hacen pensar en muchas cosas pero no en cáncer – dolor de cintura, cansancio, pérdida de peso, etc… te suena a Stress? – Si no hubiera tenido ese bulto, no quiero pensar en que hubiera pasado.
La odisea inicio un viernes de Julio del año pasado. Hoy enero del 2019, estoy a unas quimios de la remisión. Remisión significa que tu Cáncer está controlado; no curado… solo controlado. El alta me la darán en cinco años aproximadamente, pero este es un camino de resistencia no de velocidad. Y como me dijo una amiga: Es un camino difícil pero no tiene porque no ser feliz.Es mi primer post del año. Espero escribir más sobre la Hormona del Crecimiento. Si tienes un diagnostico que te muestra que morir no es algo que necesariamente pasará cuando seas anciano, entonces; ¡sí! Tienes que crecer, tu interior debe crecer. Abrazarte muy fuerte y con ello abrazar la enfermedad, reordenar tus prioridades, vivir con intensidad tu presente porque es cierto que es un regalo. Finalmente, aprendí que si bien el tratamiento es duro; para algunos casos más que para otros, sentirte víctima de las circunstancias (cualquier circunstancia) no ayuda. Es mejor preguntarte ¿Para qué me sucede esto? que ¿Por qué me sucede esto?. Así que toca, hacer lo que toca hacer... dar pelea, hacer lo que debes y pensar que muchas veces las bendiciones vienen a tu vida en forma de tempestades.