Aquel amor que se nos fuera no lo debemos recordar:
Árbol que muere en primavera ya nunca vuelve a retoñar.
Perla que en el humo se disuelve, peregrina de la emoción,
la ilusión que se va, no vuelve jamás a nuestro corazón.
Vanamente, pretenderemos dar a una rosa mustia color.
Así tampoco logramos dar nueva vida a un muerto amor.
Aquel amor que se nos fuera no lo debemos recordar:
Árbol que muere en primavera ya nunca vuelve a retoñar.
Cuando el amor se siente extraño en el pecho, ya no es amor,
y retenerlo es un engaño que tortura al engañador…
Déjalo ir… deja vacío ese hueco en tu corazón,
en las cenizas de tu hastío pon la brasa de otra ilusión…
Aquel amor que se nos fuera no lo debemos recordar:
Árbol que muere en primavera ya nunca vuelve a retoñar…
Muerto está el amor al que envuelve en llamas la imaginación:
La ilusión que se va, no vuelve jamás a nuestro corazón.
Es ley amarga de la vida de todo sueño despertar:
Sobre las huellas de una huida es inútil querer soñar…
Como la mar, no vuelve al río su agua, la ilusión,
una vez que se va, no vuelve jamás a nuestro corazón.
Aquel amor que se nos fuera no lo debemos recordar:
Árbol que muere en primavera ya nunca vuelve a retoñar!…
Hay que vivir, hay que olvidar…
José Ángel Buesa