Yo trato de ser, digamos buena onda, con las canciones infantiles; pero realmente es difícil... Si es el sonsonete, lo estridente, la falta de originalidad e incluso la moralina: ok, lo tolero. La moralina me cae muy gorda, pero bueno... comparado con lo demás...
Las letras de antes, reflejo de lo que se tenía por normal, son de un machista que comprendo, pero no puedo escuchar en paz y no puedo dejar que B las tenga por algo normal. No es que me ponga a analizar, simplemente no puedo dejar de notarlo. Y en muchas letras de ahora hay un odioso y hasta cruel señalamiento del diferente. Al menos, hay algo de compasión en terminar "La gallina turuleca" con "déjala, a la pobrecita"...
Silvia Parque