En ocasiones los vientos de todos los puntos cardinales convergen sobre uno mismo.
En situaciones tan severas, es conveniente recoger las velas para que en el intento de aprovechar todos los empujones de Eolo este no te haga naufragar o en el menor de los males te arranque toda la arboladura.
Así pues, llevo una temporada con el trapo recogido a la espera de que amaine el temporal que ha barrido la cubierta de mi tiempo y mi ánimo.
Vislumbro rayos de sol entre las nubes, habrá que darle tiempo al sol para que seque las maderas de este blog y pueda volver a romper las olas con el ímpetu habitual.