Capítulo 15.Amor culpable

Capítulo 15

Genaro se disponía a salir de la casa con Luján y los niños cuando Milagros lo llamó al celular.
—Estoy llegando a tú casa Genaro.Voy con Evelyn y Adrian así Alejo se queda a jugar con Luz —dijo la joven.
—Gracias —dijo él.
—¿Qué pasó? —preguntó Luján nerviosa.
—Milagros viene a casa ,volvamos adentro—.Luz te tienes que quedar en tú habitación jugando con Alejo.
—Si papi —dijo la niña feliz de volver a ver a su amigo.
Milagros llegó minutos más tarde.Todos se reunieron en el estudio de Genaro.Luján miraba a la joven ,en apariencia tranquila,tomar algunas pastillas con agua.A pesar de lo fuerte que parecía los años de dolor empezaban a pasarle factura a su cuerpo.
—¿Por qué nos ocultaste tú enfermedad? —preguntó Evelyn.
Milagros, aún cansada del viaje cerró los ojos pensando una mentira pero no tenía fuerzas ni para eso.No tenía sentido mentir cuando estaba sentada en el sofá sin fuerzas.
—Porque es una terca.Ahora esta mejor aunque es una pésima paciente —dijo Adriel sonriendo.
—Nadie pidió tú opinión Adriel y no sé qué diablos hacen siguiéndome como si fueras mi niñera—bufó Milagros.
Adriel la miró furioso pero no contesto.Se sentó a su lado ofreciéndole más agua y pasando su brazo de forma protectora sobre ella.Para sorpresa de todos la joven no dijo nada.Ya hablarían sobre muchas cosas ahora que estaban solos en Buenos Aires.Juan Linares seguía en Mendoza.Era su oportunidad para dejarle algunas cosas en claro como el hecho de que era suya e iban a casarse.
—Una úlcera en el estomago es algo grave ¿Cómo estás ahora? —preguntó Adrian.
Milagros le sonrió con ternura.Adrian era el perfecto esposo para Evelyn.Al verlos felices todo el dolor que pasó por el hijo de ambos no parecía más que algo lejano.
—Estoy bien Adrian—mirando a Evelyn y Luján dijo—.Estoy bien chicas.Además no vine para hablar de mi sino de esas dos harpias.Por cierto Genaro me encanta tú casa, es muy linda.
Genaro miraba a Milagros y no podía dejar de sentir nostalgia por aquella joven que conoció en Inversiones del sur y que los viernes llevaba brownies para todos.Todos la recordaban así a pesar de las cosas que había hecho desde su regreso.Nada quedaba de esa joven.En su lugar había una mujer dura,sofisticada y hasta hace dos años muy cruel.
—Gracias ¿Cuántos días van a quedarse? —preguntó Genaro.
—Pocos días —dijo ella.
—Nos quedamos definitivamente.Juan vendrá el mes que viene —declaró Adriel.
Milagros lo fulminó con la mirada pero no tenía fuerzas para discutir y se apoyo en su pecho cerrando los ojos un momento.El viaje empezaba a pasarle factura a su cuerpo.Pero tenía que dejarles claro a todos que las cosas eran complicadas.
—Isabel y Melisa sobrepasaron los límites y es hora de defendernos.Pude parar la noticia del origen de Luz pero con lo que voy a hacer no creo que se queden tranquilas.
—Tengo miedo de preguntarte qué vas a hacer—dijo Luján.
—Ellas empezaron Luján.Luz es una niña inocente, su padre es Genaro y ninguno de los dos y menos tú merece un escándalo como el que se armara si sale la noticia.
—¿Qué vas a hacer? Esas mujeres están locas, hay que tener cuidado —dijo Evelyn.
—Secretos y más secretos ¿Por qué todos tienen tantos secretos? No es muy inteligente tener cosas turbias en el pasado —reflexionó Milagros.
Todos la miraron intranquilos.Milagros era impredecible.Las cosas que había averiguado le daban armas para atacar a Isabel y Melisa pero al mismo tiempo sabía que no podría ocultar la amenaza que se cernía sobre ellos.
—Vamos a necesitar más guardaespaldas .Lo que descubrí no es algo bueno.Esas mujeres están envueltas en negocios con el narcotráfico pero no es todo.Isabel y Melisa contrataron unos hombres para matar a los niños —dijo Milagros.
Luján se levantó del sofá visiblemente pálida y la oscuridad la cubrió sin esfuerzo mientras los brazos de Genaro la retenían.La voz del hombre que amaba parecía muy lejana hasta que se perdió en la oscuridad del desmayo.