Desde que se levantó Alex supo que aquel día estaría cargado de emociones.
Se duchó, vistió y desayunó. Cuando salió de casa no aguantó ni tres segundos fuera. Dentro de la casa hacía mucho calor pero en la calle estaba a punto de llover, así que Alex cogió un paraguas y otro plegable por si acaso. Tampoco se olvidó llevar una chamarra que le abrigara bien.Todavía quedaban diez minutos para que pasara el bus así que no tuvo ningún tipo de prisa en ir a la parada como hace dos fines de semana. Esta vez se lo tomó con calma y disfrutó del ambiente mañanero que había en aquel pueblo aquella mañana de principios de marzo. Cuando llegó a la parada todavía quedaban dos minutos para que llegara el bus, aunque ya lo viera venir a lo lejos. Estaba claro que dentro de poco empezaría a llover pero no podía echarse atrás. Es más, sería mejor porque si no llovía no habría ferias por los pueblos y no habría nadie, o casi nadie, en el autobús.Como él pensaba no había nadie en el bus, y la única persona que había se montó casi cuando Alex se tenía que bajar del bus. Qué casualidad que cinco minutos después de que Alex se bajara del autobús empezara a jarrear. Pero él tenía que seguir a delante y menos mal que no hacía viento. Con un poco de suerte no se mojaría mucho.No tuvo ningún tipo de prisa, sabía bien que si corría se mojaría más de lo que ya se estaba mojando en aquel momento. Por aquella razón tardó casi tres cuartos de hora en poder ver las negras paredes del orfanato. Casi era la hora de comer, así que le tocaría esperar; Como siempre.Durante el camino estuvo pensando en qué podían hacer para encontrarse con las chicas y de repente:-¡Claro, eso es!- gritó Alex a la nada.Era tan fácil lo que había pensado que le sorprendió que no se les hubiera ocurrido antes la idea. Lo que podían hacer era ir como solían hacer los viernes al monte a encontrarse con ellas y después bajar al orfanato. Era una idea muy sencilla pero arriesgada, aunque no les quedaba otra y Alex dudaba sobre si Bruno hubiera pensado algo. Era muy poco probable aunque podría llevarse una sorpresa.Justo cuando acabó de planear aquello y de intentar decir algo más convincente ya estaba casi en el árbol donde solían quedar. Alex supuso que Bruno comería el primero y saldría el primero. Supuso bien.Veinte minutos más tarde le vio salir por la puerta principal. Llevaba una sudadera que a Alex le sonaba. ¡Claro! Era la sudadera que Alex le dejó antes de irse para que le recordase y ahora la llevaba puesta. A Alex le hizo muchísima ilusión.-Hola, ¿ya has pensado algo?- dijo Bruno, y justo después le empezó a informar sobre la situación del orfanato-. David creo que sale mañana así que espero no volver a cruzarme con el otro menda. -¡Qué bien!- se ilusionó Alex, si salía el lunes eso significaba que el viernes podrían llevar a cabo la misión ambos-. El plan que he pensado es el siguiente: Los viernes cuando nos encontrábamos con ellas por la tarde hasta la hora de cenar pueden ser clave. Durante ese tiempo las chicas estarán en la calle jugando mientras las monjas rezan o algo y con un poco de suerte podréis hablar con alguna de ellas y volver mucho antes de la cena.-El plan es genial, pero… ¿Si las monjas están en la calle con las chicas?- preguntó Bruno, se notaba que aquella vez no quería fallar-. ¡Nos esconderíamos o volveríamos al orfanato?-No sé, pero no os pueden ver- dijo Alex seguro de sus palabras-. Hagáis lo que hagáis tenéis que procurar que no os vean, o si no os pasará lo mismo que le ha pasado a Sara, si es que le ha pasado algo al final.-Entendido- dijo Bruno-. ¿Te vas a quedar mucho tiempo más?-No, con este tiempo…- dijo Alex.Era verdad, no había parado de llover y cada vez llovía más fuerte. Si no se iba pronto a la vuelta se mojaría entero y lo último que quería aquel domingo era ponerse malo y perder más clases de las que ya había perdido.Se despidieron brevemente y Bruno volvió corriendo al orfanato, eran casi las siete aunque parecía que había pasado menos tiempo.Cuando Alex llegó a casa eran las ocho y lo primero que hizo fue quitarse toda la ropa mojada y pegarse una ducha rápida. Después se supo el pijama y empezó a hacer todos los deberes que no había hecho todavía, que no eran pocos. Aunque tardo muchísimo en hacerlos porque se puso a hablar con sus primos mientras los hacía contándoles lo que había pasado hoy. Ellos por su parte le contaban lo que habían hecho ayer a la noche y lo que habían hecho hoy.Sus padres, que llegaron un rato después le hicieron la cena, cenaron y pronto se fueron a la cama todos porque aquel día había sido agotador para todos. Se les había hecho larguísimo y lo que todos querían era que acabara ya; Sus padres seguían con sus turnos extra y Alex por su parte habían andado muchísimo bajo la lluvia. Aunque merecer había merecido la pena, cuando veía a Bruno estaba un poquito más feliz. Lo mismo le pasaba cuando hablaba con sus primos: Laura y Ander, ellos le hacían súper feliz también.Nota de autor:
Espero que os haya gustado el capítulo. Si entráis desde el ordenador por favor votarme en hispabloggers. Comentar, que siempre es muy importante y si tenéis algo que decirme podéis hacerlo mediante Twitter @SweetieAuryner1 junto a #MásQueHéroes. Pronto tendré una cuenta solamente para la novela pero mientras tanto ahí por favor. Un saludo.