Capítulo 43. La verdad.

Capítulo 43. La verdad.

David tuvo que intervenir para que Bruno y Maider se separasen. -Tanta prisa y luego esto… -comentó David.-Sí, es verdad –dijo Maider separándose de Bruno-. Tenemos que ir rápido si no luego vendrán las monjas a buscarme, ¡Vamos!Anduvieron un poco a paso rápido para alejarse del orfanato y de mientras David y Bruno le iban haciendo todas las preguntas que tenían a Maider. Preguntas que quizá serian difíciles de responder, preguntas como: ¿Qué ha pasado con Sara? ¿Por qué ya no venís los viernes a la noche? ¿Por qué tantas monjas vigilando? ¿Ha pasado algo malo? ¿Estáis todas bien?-Chicos, chicos son muchas preguntas –dijo Maider-. Intentaré responder a todas pero con un orden lógico, ¿vale?-Está bien –dijo David-. Pero empieza ya que sé que vamos a tardar un buen rato en que nos digas todas las cosas y no tenemos tanto tiempo ni tú ni nosotros.-Vale entonces no perdamos más tiempo del que tenemos –dijo Maider, ya se estaban acercando a su objetivo aunque los chicos no sabían todavía cuál era-. Todo empezó el día que vieron a Sara en vuestro orfanato… Cuando vino las monjas la estaban esperando porque los curas las llamaron enseguida –hizo una breve pausa para coger aliento, lo que venía tenía que soltarlo todo de golpe para que fuera menos doloroso para… Alex-. Las monjas la pegaron, la castigaron y la dejaron sin comer. No se pensaron un segundo en conseguir la primera familia que pasaba por la calle para echarla del orfanato cuanto antes y en un par de día vino una familia que tenía muy malas pintas y se la llevó –hizo una breve pausa antes de añadir-. No, no sabemos ni yo ni nadie más de ella.En aquel momento a Bruno se le paró el corazón y no pudo contenerse algunas lágrimas que recorrieron su rostro hasta caer en el rocoso suelo, sabía que le costaría muchísimo decirle aquello a Alex y por eso se entristeció tanto. Todos los allí presentes sabían que el que peor lo pasaría  y con diferencia sería el pobre Alex. No podía ser verdad Alex estaba con una familia y ahora Sara con otra en vete a saber dónde. Aunque… ¿Qué podía hacer él? Nada por supuesto, sería todo cosa de Alex, pero probablemente él tampoco sabría qué hacer. Si no sabían dónde estaba Sara no podían hacer nada.Justo en aquel momento Bruno y David descubrieron que todavía tendrían bastante tiempo para hablar porque lo que Maider tenía que recoger no era poco, eran bolsas de basura rajadas y con toda la basura tirada por los suelos.-Te mandaron a tirar la basura y hiciste todo esto tú sola –preguntó David, que tenía una capacidad espléndida para imaginarse diferentes situaciones.-Sí, por favor ayudarme a recoger –dijo ella-. En cuanto os ente el resto de la historia entenderéis por qué lo he hecho.La ayudaron a recogerlo y metieron la basura dentro de un a bolsa que se sacó Maider del bolsillo. No tardaron tampoco mucho pero un buen rato ya estuvieron y mientras hacían eso Maider les contó lo que ocurrió después de que se fuera Sara.-Cuando se fue Sara fue el caos, las monjas empezaron a hacer nuevas normas y cambiaron todo –les explico Maider-. Aunque no os lo podéis ni imaginar: veinticuatro horas de vigilancia, no poder salir casi del orfanato excepto para sacar la basura y cosas similares, más castigos, menos horas de sueño y más de clase, peor comida, menos tiempo para hacer nuestras cosas… -dijo Maider recordando las cosas-. Todos y cada uno de estos días han sido horribles yo no aguanto más –dijo Maider con lagrimas en los ojos.-Tranquila –le dijo Bruno abrazándola mientras lo hacía-. Encontraremos la solución a todo esto en cuanto antes, se lo diremos a Alex cuando le veamos y él ya pensará algo. Tiene ideas brillantes.-Sí, tu solo aguanta un poco más y el próximo viernes a la misma hora intenta subir al monte para que no tengamos que bajar, ¿Vale? –dijo David.-Ahora me tengo que ir chicos, me he entretenido mucho –dijo ella rápidamente-.  Os quiero mucho, espero que hagáis todo lo que podáis e intentaré estar el próximo viernes. Adiós, gracias por todo.Dicho aquello dio un abrazo a David, sorprendiéndole de paso, y un beso a Bruno como cabía de esperar y esta vez David les dejó más tiempo mientras le ahorraba a Maider trabajo acercándola las bolsas  al orfanato. Cuando Maider se dio cuenta de aquello le dijo:-David, te agradezco el gesto pero hay que tirar eso a la basura, no llevarlo al orfanato.Todos rieron y unos minutos después veían como Maider volvía al orfanato con las bolsas de basura ya en el sitio que les correspondía pero en aquel momento cuando justo Bruno y David estaban pasando por detrás de un árbol una monja se asomó a ver si Maider iba ya.-Por poco –dijo David, que justo agarró a Bruno antes de que saliera al descubierto.-Sí, ha faltado demasiado poco. Tenemos que tener más cuidado- le respondió Bruno.Unos minutos después, no sin antes mirar a ver si había monjas en la costa, subían corriendo bosque arriba dirección a su orfanato. Aquel día habían tenido mucha suerte, quizá demasiada.Algo lejos de allí…-Alex cariño, metete ya en la cama que mañana ya es sábado y nos tocará madrugar para ir a las islas canarias. La primera es Lanzarote –le recordó su madre.-Vale, hasta mañana –dijo dándole un beso de buenas noches a su madre.Aunque Alex sabía que aquella noche no iba a dormir mucho, necesitaba saber si el segundo intento había salido bien. Ahora mismo era lo más importante y tardaría bastante en saberlo.

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