Capítulo 44. Islas Canarias

Capítulo 44. Islas Canarias.

Empezaba un nuevo día, día en el que Alex cumpliría uno de sus diversos sueños. El día en el que pisaría por primera vez las Islas canarias y más exactamente Lanzarote.Sus padres y él se levantaron temprano para que llegaran allí pasado el mediodía si era posible, por eso aquel sábado los tres estaban saliendo de casa a las ocho de la mañana dirección a el aeropuerto. Salieron tan pronto porque el aeropuerto estaba a más de media hora, en coche, de allí.El vuelo salía a las doce y a las diez menos cuarto entraba la familia unida por las puertas del aeropuerto, aunque hasta casi tres cuartos de hora después no se pudieron sentar a esperar a el avión. Porque tenían que hacer todas las cosas y después andar bastante, ya que el aeropuerto era súper grande. Más grande de lo que Alex se lo había imaginado, muchísimo más.Tampoco tuvieron apenas tiempo para esperar sentados la venida del avión. Porque diez minutos después de sentarse salía en una de las pantallas de los vuelos que los pasajeros del vuelo 1900 a Islas canarias, tenían que ir bajando ya a la planta baja dirección el autobús que les llevaría al avión.Una vez abajo todo era gente, mucha gente iba al mismo destino que ellos. Tardaron más o menos cinco minutos en subir al autobús y después les comenzó a llevar hasta el avión. Alex vivió cada segundo como el último, todo le parecía increíble. Se sentía muy pequeño al lado de todas aquellas cosas que tenía alrededor, mayoritariamente los aviones. Algunos eran tan altos que la gente subía mediante plataformas que estaban directamente conectadas con la segunda o tercera planta del aeropuerto. Aunque ese no era su caso, seguramente esos vuelos irían al Reino Unido, e incluso a América o China.Su avión era muy sencillito y bastante pequeño comparado con algunos pero seguía siendo impresionante estar allí rodeado de todo aquello. Alex se moría por ver cómo serían por dentro, todo aquello era tan novedoso para él. Aunque en aquel momento supo que le encantaría viajar más a menudo. Alex nunca olvidaría el momento en el que subió al avión y vio todos aquellos sitios uno al lado de otro y todas las cosas. Se quedó con cada segundo en su cabeza e intentaría no olvidarlos nunca.No hubo más cosas, se sentó al lado de la ventana y sin nadie al lado porque sus padres estaban a su lado. Menos mal que nadie se había sentado junto a él, no lo gustaba tener tan cerca gente desconocida.-Bueno hijo ahora abróchate el cinturón y en cinco horitas bajaremos, haz lo que quieras –le dijo su madre. -Vale –le respondió él.Lo que él hizo fue mirar por la ventana y escuchar música. Lo hizo más o menos cuatro horas y media de las cinco que duraba el viaje, porque era lo que más le podía divertir. El avión era súper aburrido para él, no podía quedarse quieto.Cuando llegaron a las islas canarias Alex estaba lo siguiente a nervioso, en unos pocos minutos tocaría el suelo de Lanzarote. Sería otro momento inolvidable para él.Tan y como él pensó fue inolvidable, todo en Lanzarote era distinto. El olor, la temperatura, el ambiente… Todo aquello lo notó nada más bajar del avión. Tardaron un rato en salir del aeropuerto entre recoger maletas y llamar a un taxi se les fue media hora pero todavía eran las cinco de la tarde. El camino de ida al hotel también fue especial, Alex pudo ver algunos sitios interesantes de visitar y alguna que otra playa a las que estaba seguro que volverían.“Esto sí que va a ser vida” no hacía más que pensar Alex. Realmente lo pasaría genial aquella semana santa junto a sus padres, pero no era por haber cumplido su sueño mayoritariamente, sino que era porque podría descansar lo que no había descansado y relajarse en los diversos spas que había.Cuando llegaron al hotel lo primero que hicieron fue coger su habitación, que era enorme, y dejar las cosas. Aquella tarde hicieron poco más, dieron juntos vueltas por el hotel visitando todos los sitios y a las ocho empezaron a cenar, porque tendrían que ir pronto a la cama si mañana quería madrugar para disfrutar del día al máximo.Por aquella razón a la noche se fueron pronto a la cama. Pero Alex, que no tenía sueño, se quedó en su habitación, que no estaba comunicada con la de sus padres, hablando con el teléfono con sus primos. Que asombrados no hacían más que preguntarle cosas sobre Lanzarote.Laura: ¿Qué tal estás? ¿Te lo estás pasando bien?Ander: Eso, eso. ¿Cómo te sientes por allí? ¿Es distinto?Alex: Yo estoy bien. Laura cariño, acabo de llegar no he visto nada, solo lo que se ve desde el avión. Se está bien aquí es extraño todo.Laura: Que envidia primito, ya podía yo estar allí.Alex: Oye que en tres semanitas estaremos en un concierto maja.Laura: Es verdad, y bien que nos lo vamos a pasar.Ander: Podíais haberme avisado de lo del concierto…Laura: ¡Pero si a ti no te gustaba!Ander: Lo sé, jajaja.Alex: jajaja, oye pues son los mejores.Laura: Verdad, verdadera.Ander: Esa es vuestra opinión.Alex: Bueno chicos hasta mañana, tengo que dormir. Ya os contaré mañana a la noche. OS quiero.Laura: Hasta mañana primito te quiero.Ander: Lo mismo primo hasta mañana.
Dicho aquello Alex se me metió a la cama, mañana sería otro día especial.

Nota de autor:

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